En un plenario que definía mucho más que el aumento salarial de los docentes, los delegados provinciales del SUTE aceptaron por amplia mayoría la propuesta de aumento salarial que hizo el Ejecutivo después de soportar dos marchas y cinco días de paro desde el inicio del ciclo lectivo. Aunque la votación fue holgada a favor del acuerdo salarial, el debate en el plenario se dio en alto tono porque sectores internos del SUTE no estaban conformes con el ofrecimiento gubernamental y acusaron a la conducción del secretario general Javier Guevara de incidir a favor del Gobierno.
La discusión salarial de este año de los docentes no fue ajena a la efervescencia que provoca en la interna gremial la celebración de elecciones a mediados de año para renovar la conducción del SUTE.
Por 152 votos contra 42 se impuso la aceptación del 25% de aumento salarial a cobrarse con los haberes de marzo y de esta forma el SUTE no sólo le punto final al conflicto con el Ejecutivo sino que le dio a la administración de Francisco Pérez un gran aval para fijar en ese porcentaje el techo de las discusiones con el resto de los sectores estatales, que aún están negociando en paritarias.
El cónclave del gremio de los Educadores se reunió este sábado en La Dormida, Santa Rosa, con la meta de compatibilizar las opiniones de los docentes reunidas en los plenarios departamentales. Como indicaba la tendencia, después de arduas negociaciones en la mesa paritaria, la mayoría de los delegados aceptaron la última oferta del gobierno.
Fue decisiva para la aceptación de la oferta gubernamental una clausula ofrecida por el paritario oficial Mauricio Guzmán a los docentes: en caso de que otro gremio del Estado cierre un acuerdo mejor que éste presentado a los educadores, se volverá a abrir la mesa de negociaciones para mejorar la situación de los maestros en función del mejor acuerdo que se selle en el ámbito estatal.
A diferencia de la previa de otros plenarios generales, esta vez los máximos dirigentes del SUTE, enrolados en la Lista Celeste Nacional, se mantuvieron en silencio sobre la tendencia forjada en las discusiones de las asambleas en la escuelas y los plenarios departamentales sobre la propuesta que finalmente se aceptó por mayoría. El ofrecimiento oficial aceptado por el plenario implicará una suba cercana a los $800 de bolsillo para un docente con 10 años de antigüedad, lo que redondea una cifra similar a la obtenida en 2012 e inferior a la exigida por la conducción gremial en el marco de la paritaria 2013.
En los plenarios departamentales de Guaymallén, Las Heras, Lavalle, Alvear y Godoy Cruz ganó la negativa a la propuesta del 25%, mientras que en el resto de los departamentos ganó la aprobación de la oferta oficial. La postura contraria a la aceptación de la oferta gubernamental fue sostenida hasta último momento por la Lista Marrón, agrupación opositora a la conducción del SUTE, desde donde surgieron los cuestionamientos más duros a la gestión de Guevara en la paritaria.
Con el resultado final arrojado por la votación del plenario provincial de La Dormida, el gobierno de Francisco Pérez logró desatar uno de los nudos más complejos del enredado ovillo de la discusión salarial con los sectores estatales. La decisión del SUTE se contrapone con las banderas sostenidas por los otros gremios del ámbito estatal, entre los que se destacan por capacidad de movilización ATE, AMPROS y Judiciales. Desde estas entidades gremiales rechazaron el 25% antes de conocer el resultado de la paritaria del SUTE.
Informe Explícito: Las paritarias de punta a punta
Así impactará el aumento en los salarios, según el Gobierno