Desde que arrancó el segundo año de la pandemia, el gobernador Rodolfo Suarez tomó como batalla personal y política mantener las clases presenciales "todo lo que se pueda". Así lo refrendó en su discurso frente a la Asamblea Legislativa, donde, a pesar de los poquísimos ejemplos a exhibir, dijo que Mendoza había vuelto a la presencialidad en noviembre de 2020.
El textual de Suarez fue: "En Mendoza somos defensores de la presencialidad educativa. Ese criterio invariable de mi Gobierno se vio reflejado quizá con más nitidez desde junio de 2020, fecha en la que empezamos a trabajar los protocolos de presencialidad que nos permitieron, para noviembre del mismo año, volver a las aulas con los estudiantes con trayectorias más débiles y, también, posibilitar la concurrencia del 90% de los estudiantes del último año de las Escuelas Técnicas".
En las últimas semanas, Suarez y el director de Escuelas, José Thomas, reforzaron la retórica de las clases presenciales o "las escuelas abiertas" en contraposición a la disposición nacional de la suspensión de clases en el aula de manera momentánea.
Lo hicieron a sabiendas de que en muchas escuelas es imposible cumplir los protocolos y de que la presencialidad como se la conocía en la "vieja normalidad" no es tal. Muchos padres, en paralelo, decidieron dejar de enviar a sus hijos a las escuelas cuando subieron los contagios y empezaron a crecer los fallecimientos en la comunidad educativa.
En una entrevista radial el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, blanqueó las líneas de ese marketing político de "escuelas abiertas".
"Recuerden que la presencialidad no es tal, como mucho están yendo el 40% de los chicos a las escuelas, porque en el caso de las escuelas públicas los chicos van una semana por mes", blanqueó Mema.
Fue en una entrevista por radio Nihuil en la que el funcionario aseguró que el inicio de clases "no tuvo impacto en el transporte público. "El aumento de transacciones fue sólo del 5%, y tenemos un 25% más de frecuencias. Todos los que pudieron tomar una alternativa al transporte público lo han hecho".
Presencialidad pese a todo y contra todos
Hasta principios del ciclo lectivo el criterio de la presencialidad fue compartido por el Gobierno Nacional, sin embargo, con el alza de contagios e incluso pese al impulso del ministro de Educación, Nicolás Trotta, el presidente resolvió suspender la presencialidad en distritos con alto riesgo epidemiológico, un criterio en el cual entraba Mendoza.
El Consejo Federal de Educación resolvió suspender la presencialidad, CABA y Mendoza no cumplieron con la resolución, que tiene fuerza de ley. La CTERA le recordó a los gobiernos de ambas jurisdicciones que lo que se resuelve en el consejo es obligatorio, Thomas lo admitió, pero el gobierno local siguió en su postura.