Récord de decesos y contagios

Mendoza retoma la presencialidad en el peor momento de la pandemia y con más de la mitad de los docentes sin vacunar

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Miles de niños, niñas y adolescentes deberán volver hoy a las aulas en Mendoza pese a los índices sanitarios que marcan que la expansión de la COVID-19 está en su peor momento.

Mayo es el mes récord de contagios y decesos de pacientes con coronavirus: este fin de semana la cifra de fallecidos se elevó a 743 con los 34 reportados el sábado más otros 24 del domingo. 

La segunda ola golpea con fuerza a Mendoza: mayo ya registra más de 700 fallecidos

Desde la semana pasada el titular de la DGE, José Thomas, y el gobernador Rodolfo Suarez, reforzaron la militancia por la presencialidad. No obstante, la DGE abrió el paraguas: "El gobierno escolar informa que, ante el análisis diario de la situación sanitaria de la provincia, se irán evaluando próximas medidas siempre resguardando la salud de docentes y estudiantes y garantizando el derecho a la educación, enseñanza y aprendizajes".

En paralelo, el fin de semana el gobierno buscó agilizar la vacunación a docentes.

Para el gremio de trabajadores de la educación "si bien la inoculación de nuevas dosis para docentes este fin de semana es una buena noticia, es necesario señalar que no resuelve el problema de la vacunación".

Agregó: "Hasta el momento solo el 25% de los/as trabajadores/as de la educación está inmunizado. Del resto, solo una parte menor recibirá la primera dosis y más de la mitad quedará totalmente desprotegido (62%)".

Marketing político

Desde que arrancó el segundo año de la pandemia, el gobernador Rodolfo Suarez tomó como batalla personal y política mantener las clases presenciales “todo lo que se pueda”. Así lo refrendó en su discurso frente a la Asamblea Legislativa, donde, a pesar de los poquísimos ejemplos a exhibir, dijo que Mendoza había vuelto a la presencialidad en noviembre de 2020.

El textual de Suarez fue:  “En Mendoza somos defensores de la presencialidad educativa. Ese criterio invariable de mi Gobierno se vio reflejado quizá con más nitidez desde junio de 2020, fecha en la que empezamos a trabajar los protocolos de presencialidad que nos permitieron, para noviembre del mismo año, volver a las aulas con los estudiantes con trayectorias más débiles y, también, posibilitar la concurrencia del 90% de los estudiantes del último año de las Escuelas Técnicas”.

En las últimas semanas, Suarez y el director de Escuelas, José Thomas, reforzaron la retórica de las clases presenciales o “las escuelas abiertas” en contraposición a la disposición nacional de la suspensión de clases en el aula de manera momentánea.

Lo hicieron a sabiendas de que en muchas escuelas es imposible cumplir los protocolos y de que la presencialidad como se la conocía en la “vieja normalidad” no es tal. Muchos padres, en paralelo, decidieron dejar de enviar a sus hijos a las escuelas cuando subieron los contagios y empezaron a crecer los fallecimientos en la comunidad educativa.

En una entrevista radial el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, blanqueó las líneas de ese marketing político de “escuelas abiertas”.

“Recuerden que la presencialidad no es tal, como mucho están yendo el 40% de los chicos a las escuelas, porque en el caso de las escuelas públicas los chicos van una semana por mes”, blanqueó Mema.

El Gobierno admitió que “la presencialidad no es tal” y sólo asiste un 40% del alumnado

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