El Juzgado de Instrucción Penal, Correccional y Contravencional de la Tercera Circunscripción Judicial de Junín ordenó procesar y detener a dos policías que tuvieron un rol central el día en que hallaron ahorcada a Florencia Magali Morales en la comisaría de Santa Rosa de Conlara., San Luis.
Se trata del subcomisario Heraldo Clavero y Marcos Ontiveros, quien estaba a cargo de la guardia cuando la mujer -mendocina, de 39 años y madre de tres niños- fue hallada sin vida en el calabozo. La policía intentó fraguar una detención de Florencia por presunta violación de la cuarentena, sin embargo luego se supo que ella había acudido por su propia voluntad a la comisaría, donde tenía un uniformado conocido, para solicitarle ayuda alimentaria.
Otras dos policías, Johana Torres y María Eugenia Argüello, también fueron procesadas.
En un extenso fallo de más de 160 fojas y tras analizarse más de 40 declaraciones, informes periciales (donde intervinieron 15 peritos oficiales del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de San Luis y del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de La Pampa) y demás elementos de prueba, el juez resolvió ordenar el procesamiento para los cuatro policías, y dispuso la prisión preventiva para dos de ellos, sobre quienes se endilgaron los delitos más graves.
En septiembre pasado, una pericia determinó que la joven mendocina no se suicidó sino que fue asesinada en uno de los calabozos de la comisaría.
Según resumió uno de los abogados de la familia, Federico Putelli, "en base a los elementos de prueba la perito concluyó que la causa de muerte es una asfixia mecánica por estrangulamiento" lo que dejaría afuera la teoría del suicidio y refuerza la hipótesis de un homicidio agravado "por la forma en que fue encontrado el cuerpo".
Informe Explícito: Florencia Magali, la joven que encontró la muerte en un calabozo