La Asociación de Industriales Metalúrgicos -que en 2019 militó con fuerza para voltear la 7722- calificó de "fundamentalistas" a quienes se oponen a que se adoctrine en las escuelas sobre las bondades de la megaminería.
Asinmet presentó semanas atrás en la Dirección de Escuelas una iniciativa surgida del foro de lobbistas mineros que se hizo en el Hyatt. Pretende "potenciar la enseñanza de la geología, la mineralogía y las características de la industria minera". La Asociación encaró esta tarea argumentando que es su "labor ciudadana de esclarecer conceptos desde la racionalidad y no desde el fundamentalismo extremo".
Las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (AMPAP) repudiaron la iniciativa con un comunicado en el que se lee, entre otras cosas:
"Repudiamos la intención de incluir, en la currícula escolar, contenidos sobre megaminería, por parte de cámaras empresarias del sector. El Estado no puede, ni debe avalar tal cosa. Desde hace tiempo venimos escuchado falacias tales como la de “minería sustentable”, lo cual contradice el más elemental sentido común, por ser una actividad basada en la extracción de bienes naturales no renovables".
Las AMPAP recordaron el rechazo a la ley del cianuro de Suarez, que militó ASINMET a través de sus principales dirigentes:
"Ante el rechazo de la mayoría de la sociedad mendocina a la megaminería, evidenciado contundentemente en 2019 con la defensa de la Ley 7722, el lobby megaminero (gobierno, medios hegemónicos, empresarios, sindicatos involucrados) ha redoblado su discurso corporativo de desinformación. Proponen una supuesta ampliación de oportunidades, con la megaminería como salida para la crisis económica y social que padecemos como pueblo. Receta esta de la que conocemos sus resultados en las comunidades afectadas por sus consecuencias a lo largo y ancho del país y el continente: contaminación, pobreza, desigualdad, represión, hostigamiento, persecución, y criminalización de la protesta social".
La iniciativa de ASINMET se encuadra en una nueva avanzada de los lobbistas de la megaminería, que advirtieron a inicios de 2022 que reforzarían la propaganda para reinstalar en la agenda provincial el extractivismo a gran escala.
Uno de los caballitos de batalla de esa cruzada es usar los números del desempleo y la pobreza en Mendoza y presentar a la minería como la salida.
ASINMET no se privó de relacionar el desempleo con la oposición que ejercen vecinos y asambleístas de a miles contra la megaminería en esta provincia: "En Mendoza contamos con importantes establecimientos mineros y petroleros que emplean a miles de mendocinos que ven peligrar su fuente de trabajo ante el avance de sectores que alejan inversiones y reducen las posibilidades de crecimiento", señalaron en un comunicado.
Sigue el texto publicado por los metalúrgicos:
"Nadie piensa en adoctrinar o bajar línea como falazmente dicen, se piensa en formar a un ciudadano que vive sobre una montaña y que debe conocer con qué materiales se construye su casa, de qué se compone su celular o con qué se conduce la electricidad. Conocimientos básicos que nos alientan a conocer un mundo moderno y principalmente a conocer nuestros recursos para cuidarlos".
Luego acusó a las AMPAP, y en esa línea a cualquiera que se oponga a enseñar, como en San Juan, las bondades de la minería en las escuelas, de usar los mismos argumentos que en otras éopcas se usaron para oponerse a la ESI: "No se puede repudiar el aprendizaje. Hacemos un aporte a la educación pública. Los argumentos utilizados por los detractores de nuestro proyecto son los mismos que se utilizaban cuando no se permitía la educación sexual integral en las escuelas".