Por Gabriela Albernaz
Para Télam
La extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, autorizada recientemente por el Gobierno británico, aún puede revertirse, ya que todavía quedan diversas instancias judiciales para lograrlo, aseguró a Télam su abogado, integrante del equipo legal del estudio del exjuez español Baltasar Garzón, que lleva la defensa del periodista australiano.
El 1 de julio, la defensa de Assange apeló la orden de extradición aprobada por la ministra del Interior británica, Priti Patel, para que sea juzgado en Estados Unidos, que lo acusa de 18 delitos, la mayoría relacionados con espionaje y la publicación por parte de WikiLeaks de información confidencial, registros militares y secretos diplomáticos en 2010, que pusieron a la diplomacia estadounidense en problemas.
El australiano, de 51 años, está detenido en la prisión de Belmarsh en Londres después de librar una larga batalla para evitar ser extraditado. Antes de ser detenido por la justicia británica estuvo siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Su abogado consideró que Assange está sufriendo una "verdadera persecución política" por parte de las autoridades de Estados Unidos, donde podría enfrentar una condena de 175 años de cárcel.
Martínez Jiménez es profesor de la Universidad Nebrija en Madrid y llevó adelante relevantes causas internacionales, como la masacre de Curuguaty, causal del golpe de Estado institucional en Paraguay contra Fernando Lugo, o la querella por crímenes de lesa humanidad y genocidio de colectivos de víctimas ante los tribunales argentinos.
-¿Todavía es posible que la extradición de Julian Assange pueda revertirse?
- Sí, aún quedan varias fases en el proceso de extradición británico. Pero éste cuenta con una fase judicial y con una fase gubernativa, que se dirige ante el Ministerio del Interior. Y en esta fase, la ministra Priti Patel logró la entrega de Assange. Sin embargo, aún restan diversas instancias judiciales como, por ejemplo, que la decisión del Ministerio del Interior va a ser recurrida ante en el Tribunal Superior y eventualmente ante la Corte Suprema. Además, todos los elementos que fueron rechazados en una primera instancia ante el juez de distrito ahora pueden ser apelados por la defensa a través del proceso denominado cross-appeal, ante el Tribunal Superior y, nuevamente, si fuera necesario, ante la Corte Suprema.
En este proceso se analizarán nuevos elementos fundamentales como la libertad de prensa, la falta de doble incriminación entre la Ley de Espionaje de 1917 en Estados Unidos y la normativa británica, el principio de proporcionalidad ante posibles penas de por vida, con 175 años de prisión, y la extraterritorialidad excesiva de Estados Unidos persiguiendo a extranjeros que han publicado en el extranjero.
También habrá que analizar otros elementos como el espionaje que habría sufrido Assange en la embajada de Ecuador en Londres, o incluso el hecho de que la inteligencia de Estados Unidos haya planeado asesinarlo.
Además, es necesario recordar que Reino Unido sigue sometido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por lo que al agotar las instancias internas se podría acudir igualmente al tribunal de Estrasburgo.
-¿Hay algún precedente en el Reino Unido de que se haya revertido una extradición?.
-Evidentemente es necesario recordar el caso Pinochet. En la extradición cursada por las autoridades judiciales españolas, el Poder Judicial británico acordó la entrega. Sin embargo, fue la vía gubernativa, el ex ministro del Interior Jack Straw, quien negó la extradición, bajo el argumento de que (el ex dictador chileno, Augusto) Pinochet no gozaba de un estado de salud como para soportar un proceso judicial.
Todos recordamos cómo Pinochet, al llegar a Chile, se levantó de su silla de ruedas y escenificó ante el mundo que su estado de salud no era el que se había fingido.
En este caso es llamativo que en la fase gubernativa se haya acordado la entrega de Julian Assange, porque el periodista no se encuentra fingiendo un mal estado de salud como hiciera Pinochet, sino que los informes médicos acreditan el delicado estado en que se encuentra.
Entre diversos informes, el propio relator de la ONU contra la Tortura, Nils Melzer, visitó a Assange en prisión con médicos especializados y determinó que estaba viviendo una situación de verdadera tortura, afirmándose que podría morir en prisión.
Pues bien, en este caso, lamentablemente el ejecutivo británico logró la entrega de Assange, aun cuando las evidencias sobre su delicado estado de salud son incuestionables. Bastó ver cómo se desvaneció durante la visita celebrada ante el Tribunal Superior, con el que se encontró por videoconferencia desde la prisión, y tuvo que ser sacado de la habitación, informándose posteriormente que había tenido un derrame.
-¿Cómo califica jurídicamente la persecución a Assange?
-Julian Assange es periodista en ejercicio y sus publicaciones en 2010 sobre Irak y Afganistán reflejaban la labor básica de todo periodista, que no es otra que recibir información de fuentes y publicarla al ser veraz y de interés público.
En este caso, además, esa información acreditaba gravísimos crímenes de guerra cometidos por el Ejército de Estados Unidos. Asesinatos, torturas, desplazamientos de personas, y demás crímenes que estaban ocultos por Estados Unidos, quien pretendía esconder sus crímenes a la comunidad internacional.
Todos recordamos aquel video de un helicóptero Apache que sobrevolaba un barrio de Bagdad y disparó, como si de un videojuego se tratara, a civiles desarmados, matándolos, incluyendo a dos periodistas de la agencia Reuters. Incluso un padre que acudía a la escuela con sus hijos, y que paró para asistir a los heridos, fue igualmente disparado, muriendo el padre y quedando gravemente heridos los menores.
Aquel hecho fue ocultado por Estados Unidos y gracias a la labor periodística de WikiLeaks se pudo conocer la verdad. En la actualidad, los militares norteamericanos que cometieron esos crímenes de guerra no han sido sometidos a la más mínima investigación penal y, sin embargo, el periodista que reveló esos crímenes está sometido a una persecución política sin precedentes.
Por lo tanto, lo que está sufriendo Julian Assange es una verdadera persecución política por parte de las autoridades de los Estados Unidos. Una persecución que pretende erigirse como precedente para el resto de medios de comunicación del mundo, proporcionar un aviso para que no vuelvan a publicar información de sus acciones militares en el mundo. De esta forma, no estamos ante un caso que afecta a Julian Assange a la agencia WikiLeaks, sino que estamos ante un caso que afecta directamente a la libertad de prensa en el mundo.
-El Gobierno de México ofreció asilo político a Assange, ¿cabe la posibilidad de que en caso de que se revierta la extradición, se valore esa posibilidad?
-Es de agradecer la posición valiente del Gobierno mexicano. Sin embargo, en este momento no se pueden valorar asilos para Julian Assange porque la defensa está centrada únicamente en combatir la extradición ante los tribunales británicos y, de ser necesario, ante las instancias internacionales pertinentes.