Javier Milei echó al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, antes de cumplir seis meses en el poder. El ex compañero de trabajo del Presidente en el grupo del magnate Eduardo Eurnekián cayó en desgracia porque lo acusan de espiar a Karina Milei, secretaria General de la Presidencia en el organigrama y El Jefe en la consideración de su hermano, el jefe de estado.
Posse, además, perdió la pulseada por el manejo de las empresas a privatizar con Santiago Caputo, el publicista del presidente quien anotó a dos dirigentes que le responden al frente de trenes y de puertos y vías navegables.
Marcelo Bonelli contó la historia que trascendió sobre el espionaje que Posse desplegó sobre los ministros del Gabinete. Dijo que “se atrevió a averiguar cosas de una persona clave del gobierno y eso Javier Milei no lo perdonó, entonces: fue tarjeta roja inmediata”, dijo el periodista en radio Mitre.
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“La información es que Posse se dedicaba también a saber qué hacían los otros ministros”, informó Bonelli, a la vez que ironizó que les preguntaba a los ministros para saber. Ahí nomás lo pegó con el titular de la AFI, Silvestre Sívori, de quien dijo que dejará el cargo al que llegó de la mano del ex empleado de la Corporación América, de Eurnekián.
Por su parte, Carlos Pagni vinculó la salida de Posse de la Jefatura de Gabinete en la derrota sufrida contra el publicista de Milei, Santiago Caputo, por el control de empresas públicas con potencial de negocios en un proceso de privatización.
