Por Javier Polvani
@javierpolvani
Javier Guevara dejará la conducción del SUTE en julio, cuando se realizarán las elecciones de autoridades del gremio estatal más grande de la provincia. El desgaste de las últimas dos paritarias fue el principal motivo por el que terminado su primer periodo al frente del sindicato de los docentes el dirigente de la lista Celeste, fundada por líder de la agrupación Kolina en Mendoza Gustavo Maure, buscará su destino en Buenos Aires, compitiendo como secretario adjunto de la Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) por el oficialismo, que es afín al Gobierno nacional.
El sector Celeste, que encarna el oficialismo en el SUTE desde el siglo pasado, resolvió renovar completamente el trío principal de la conducción provincial en la lista de candidatos que presentó para las elecciones del 3 de julio. Adrián Matecuna, un joven docente de Maipú, fue elegido para encabezar como candidato a secretario general, Nidia Ibañez, aspira a ser secretaria adjunta, y Liliana Chávez, secretaria gremial. En la conducción actual esos cargos los ostentan Guevara, Gustavo González y Alberto Beto Ortiz.
La estrategia de renovación total de la conducción se definió, principalmente, en función de una hipótesis que no sucedió: la oposición del SUTE no acordó una lista de coalición, como pensaron los estrategas de la Celeste, sino que el sector Lila, de radicales, carmonistas e independientes, y el Marrón, de la izquierda e independientes, llevan candidatos por separado. Guevara pretendía un mandato más al frente del gremio en Mendoza, pero en su sector entendieron que sin una renovación total de la cúpula había más chances de perder contra una lista única de la oposición que si se presentaban todas caras nuevas.
Guevara, González y Ortiz asumieron en la conducción del SUTE en 2010, tras el periodo trunco de Eduardo Franchino, quien había sucedido a Maure en 2007 y fue destituido cuando se opuso a que el gremio docente rompiera el frente de gremios estatales para aliarse al oficialismo, entonces comandado por Celso Jaque. Guevara fue electo luego de la definición de la lista Celeste abiertamente a favor de los gobiernos de Mendoza y la Nación.
Los últimos dos años, Guevara padeció presiones de todos lados en torno a la postura del gremio en las paritarias. La inflación y la acción de la oposición en el territorio a favor de la radicalización de la pelea salarial pusieron al secretario general del SUTE en un problema: mientras las bases lo empujaban a tomar medidas contra el Gobierno, los acuerdos tejidos por Maure con el oficialismo lo limitaban en el accionar.
Al final, el secretario general encabezó tres movidas con paros contra el Gobierno, en el inicio de las clases en 2012, en el reinicio tras las vacaciones de invierno del mismo año, y en el comienzo del actual ciclo lectivo. Los costos de interpretar una postura en el medio de la cúpula de su sector y el efecto opositor en las bases fueron lo dejaron a Guevara sin activos para la primera reelección.
A cambio de bajarse de la reelección, Guevara negoció su candidatura en CTERA para el cargo nacional que ejerció Gustavo Maure desde que dejó la conducción del SUTE hasta el 2011 cuando decidió apostar toda su carrera política a la construcción de la agrupación kirchnerista Kolina en Mendoza. Beto Ortiz buscará su futuro cerca de Guevara en la central nacional de los gremios docentes, que depende de la suerte del oficiaoismo en las elecciones previstas para setiembre. Mientras que González se alejará de la conducción gremial para dedicarse a armar Kolina en el Sur, para lo cual se volverá a radicar permanente en su departamento, San Rafael.
El 3 de julio los docentes sindicalizados elegirán, además de la autoridades provinciales del SUTE, un secretario general y consejo directivo por departamento. Salvo en La Paz y Tunuyán habrá al menos dos listas compitiendo por cada secretariado departamental (la Celeste se presenta en los 18 departamentos, la Lila en 16 y la Marrón en 13.
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