Un equipo de científicos argentinos y cubanos, con el aporte del sistema público y el privado, crearon una vacuna contra un tipo concreto de cáncer de pulmón; es no preventiva, pero refuerza el sistema inmunológico de los enfermos en los que genera una importante sobrevida.
La vacuna no tiene un efecto preventivo. Es terapéutica y su misión consiste en reforzar el sistema inmunológico del paciente. Identifica los tumores que son eficientes para burlar el sistema inmune y los combate", indicaron al respecto los doctores Daniel Alonso, Roberto Gómez y Luis Fein.
Después de 18 años de trabajo, los científicos lograron sintetizar una vacuna que promete prolongar y cambiar la vida de los enfermos que hasta ahora, en buena medida, se consideraban desahuciados .
Para Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del Conicet y director científico del Consorcio de Investigación ID+i, "hoy estamos en condiciones de ofrecer un nuevo recurso para un grupo de pacientes para los que no había muchas alternativas".
"La vacuna estimula el organismo para que éste reconozca los antígenos glicolidados (el tumor), los convierta en blanco y pueda atacarlos sin dañar los tejidos sanos", aseguran los científicos, añadiendo que "la vacuna se aplica después de que el paciente se someta a los protocolos habituales"; esto es, las sesiones de radio y de quimioterapia.
En ensayos clínicos controlados a doble ciego (ni el médico ni el paciente sabían qué se les estaba administrando), el fármaco, cuyo nombre científico es racotumomab , triplicó el porcentaje de pacientes que viven dos años después de la aplicación de la vacuna, de 8 a 24%. Los "buenos respondedores" pueden prolongar bastante más su sobrevida.
"El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más mortales que vemos -explica el doctor Fein, director de investigación del Instituto de Oncología de Rosario, investigador del ensayo clínico de la vacuna y presidente del Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología-. En etapa avanzada, sólo teníamos un tratamiento paliativo. En el estadio IV, una vez que la enfermedad se diseminó, la sobrevida promedio era de entre seis y ocho meses. Eso se puede mejorar con la quimio y la radioterapia, que siguen siendo la indicación básica para estos pacientes. La vacuna no suplanta esta estrategia, pero ofrece una nueva opción para que la mejoría se prolongue".
Sigman, CEO del Grupo Insud (al que pertenecen, entre otros, los laboratorios CHEMO que participan del trabajo) recuerda que el presupuesto de la investigación fue de "unos 45 millones de dólares", y compara la cifra con lo que hubiera hecho falta invertir si se hubiera tratado de una iniciativa privada: "Un laboratorio internacional habría invertido alrededor de mil millones de dólares".
Tomado de Diario Registrado