El primer ajuste del gasto público que decretó el mandatario mendocino antecede a la discusión paritaria, en la que se discuten los pases a planta y condiciones salariales.
Francisco Pérez apeló a una vieja receta para la nueva enfermedad que ha manifestado la administración de las finanzas públicas: el control del gasto fundamentalmente en personal del Estado frente a la falta de fondos para financiar la previsión de gestión. El anuncio se concretó en la antesala de la paritaria, ámbito en el que se discute buena parte de la relación de los empleados públicos con el administrador del Estado.
El gobernador anunció que firmó el decreto 155 con medidas para controlar a los empleados públicos e impedir el ingreso de nuevos agentes, salvo las excepciones que él considere pertinente. En términos del documento oficial, un política de "restricción y eficientización del uso de los Fondos Públicos".También ordena que se jubilen los estatales en condiciones de hacerlo, otra medida que se decretó también los dos primeros años de gestión de Pérez.
Aunque los radicales le endilgan seis mil puestos de trabajo público creados en su gestión, el mandatario ha firmado desde los primeros días como gobernador los decretos que correspondieran para impedir el agrandamiento de la planta. El decreto número 1 de 2012 y el decreto número 43 de 2013 fijaron pautas similares a las del decreto número 155 de 2014.
Este lunes anunció la instauración de un sistema de control nuevo para el ingreso y salida del trabajo de los estatales. Y advirtió que desde la aplicación del decreto "será causal de cesantía, simular, fingir o denunciar falsamente un accidente de trabajo o enfermedad".
Es el primer anuncio que realiza el gobernador respecto al gasto desde que asumió que la Provincia necesita más de mil millones de pesos prestados para cubrir el déficit presupuestado para este año.
