El Gato Araya fue condenado a perpetua por los homicidios de dos amigos del jefe de la barra brava del Tomba

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Los asesinatos ocurrieron en enero de 2010 en el contexto de una guerra de bandas que asoló al barrio La Gloria y alrededores. Una escucha telefónica de la Justicia Federal resolvió el caso. 

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Cuando fue detenido el Gato Araya, estuvo presente la plana mayor del Ministerio de Seguridad en la recepción e el Palacio Policial.
Cuando fue detenido el Gato Araya, estuvo presente la plana mayor del Ministerio de Seguridad en la recepción en el Palacio Policial.

 

Marcelo Gato Araya fue condenado a prisión perpetua este viernes por el homicidio de dos allegados de Daniel Rengo Aguilera, mandamás en la barra brava de Godoy Cruz, en el contexto de una guerra entre bandas en ese departamento que arrojó varios muertos, heridos y detenidos. Araya y Aguilera se enfrentaron, presuntamente por el control territorial del barrio La Gloria y alrededores, en una sangrienta guerra que terminó poco después de que el primero quedara involucrado por pruebas contundentes en un doble homicidio inserto en la zaga de muertes endilgadas a esta pelea.

Araya fue condenado este viernes por la Sexta Cámara del Crimen por ser hallado el autor intelectual de los asesinatos de Darío Chochán Echevarrieta, de 28 años, y José Chirola Escudero, de 40. Ricardo Pailón Ferreyra y Héctor Hueso Morales fueron considerados por el tribunal como autores materiales del crimen, por lo que recibieron la misma condena de su jefe.

El hecho juzgado ocurrió el 15 de enero de 2010, después de que los medios locales habían revelado la existencia de un enfrentamiento entre elementos del hampa en la zona de La Gloria, con reiterados tiroteos ocurridos desde finales del 2009. El Rengo Aguilera y el Gato Araya fueron amigos durante larga parte de sus vidas, transcurridas en esa barriada de Godoy Cruz.

Araya era sospechoso declarado de la Justicia Federal por narcotráfico, lo que le costó una intervención judicial de su teléfono. Y en esa circunstancia se basó la resolución de la investigación en la causa terminada de juzgar este viernes. Echevarrieta y Escudero fueron asesinados a golpes con una pico y una botella en una casa en construcción en El Carrizal, donde estaban trabajando.

Concluido el doble homicidio, Ferreyra llamó a Araya para contarle que el "trabajo" ya había sido realizado. Las escuchas ordenada en la causa por drogas de la Justicia Federal fueron condenatorias para el Gato y sus obreros. Desde que se conocieron, se presumía que la condena a perpetua era insalvable, como lo confirmó la Sexta Cámara en lo Criminal de Mendoza el viernes al mediodía.

Araya y Morales ya tenían una condena a prisión perpetua en contra por otro homicidio.

 

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