La Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza revocó el sobreseimiento de dos gendarmes acusados por la muerte de Andrés García Campoy, quien recibió un disparo en un retén en la ruta 7.
Andrés fue retenido por gendarmes a la vera de la ruta 7 el 13 de junio de 2014 en Luján. Llevaba en el baúl del auto, un Peugeot 504, una carabina de 1860 de su abuelo materno que pensaba vender, contó su madre. Poco después murió de un disparo en la cabeza. Según la versión de los uniformados fue un suicidio.
Desde entonces su madre pelea para llevar el caso a juicio, y acusa al ahora destituído juez Walter Bento de cajonear la investigación. Bento resolvió la falta de mérito para los gendarmes Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velázquez. En mayo de este año el juez Pablo Quirós los sobreseyó.
Los jueces Manuel Alberto Pizarro y Juan Ignacio Pérez Curci ordenaron que se investigue si se trató de un asesinato cometido por los miembros de la fuerza de seguridad federal acusados.
Los letrados consideraron la resolución con la que fueron sobreseídos los gendarmes presentaba problemas en la valoración de los elementos de prueba que motivaron su revocación: "No constituye una derivación lógica y razonada del derecho vigente, de acuerdo a elementos probatorios incorporados a la causa, verificándose un caso de arbitrariedad”, sostuvieron.
La Cámara consideró que a pesar de que han pasado más de 10 años del crimen, es obligación del Estado investigar a fondo los hechos, ya que podría tratarse de un caso de “una situación de violencia institucional en la cual estarían involucrados miembros de las fuerzas de seguridad”.