Con el testimonio del ex concejal Elio Berdejo y el de Adriana Espínola se retomó este lunes el juicio a jueces en Mendoza, en un proceso que analiza la complicidad y la participación en grado primario de jueces, funcionarios judiciales, policias y militares en la represión a presos políticos durante la última dictadura.
Durante la última semana el foco estuvo puesto en el uso de los galpones del Liceo Militar General Espejo -cuna educativa de numerosos dirigentes políticos de Mendoza, de todo signo partidario- como salas de tortura de detenidos políticos, entre los cuales había también estudiantes.
Este lunes, Berdejo relató a los jueces que allí en el Liceo "lo enterraron vivo, o le pusieron nafta y lo quemaron", tal como consigna en su cobertura del proceso la cuenta en las redes sociales de Edición Cuyo.
En sintonía con Berdejo, los testigos anteriores en el juicio a jueces mostraron a esa institución como albergue de escenas del terror que luego continuaban en la Penitenaciaría. Incluso uno de los testimonios, de Reynaldo Puebla, lo reveló como centro de perfeccionamiento de los torturadores.
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