El lunes en la mañana, cuando los empleados de la imprenta RR Donnelley llegaron para ingresar al turno de las 6, se encontraron con la planta cerrada. Guardias de seguridad les impidieron el paso y a través de un comunicado extraoficial, sin sello ni firma, les informaron el fin de las operaciones de la multinacional en el país.
"Lamentamos profundamente tener que comunicarles que, afrontados a una crisis insuperable y habiendo considerado todas las alternativas viables, estamos cerrando nuestras operaciones en Argentina y solicitando la quiebra de la empresa, luego de 22 años de actividad en el país", informa la hoja pegada en el ingreso de la fábrica, en el kilómetro 36.700 de la Colectora Panamericana, en la localidad de Garín, partido de Escobar.
Allí suelen imprimirse revistas de la editorial Atlántida como Gente, Para Ti, Paparazzi, Billiken, y Harper's Bazaar, entre otras, además de catálogos de empresas como Musimundo o Megatone. De acuerdo con las primeras informaciones, esos trabajos estarían siendo derivados a otros talleres.
En diálogo con Infobae, el delegado Jorge Medina confirmó que pasadas las 7.30 comenzaron una asamblea con los empleados presentes para decidir los pasos a seguir. Pasadas las 9 iniciaron un corte en Colectora a la altura del kilómetro 36,7 del ramal Escobar en la autopista Panamericana. Luego, podrían extender el piquete a todos los carriles de circulación de la zona.
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Eduardo Ayala explicó la situación de los trabajadores en una asamblea autoconvocada
Mientras tanto, un grupo de delegados, junto con dirigentes de la Federación Gráfica Bonaerense, se dirigían al Ministerio de Trabajo para solicitar que se frenen los despidos.
El representante de la comisión interna de la fábrica recordó que ya Donnelley había pedido al Gobierno subsidios e incluso había intentado iniciar un proceso de crisis. Ambos le fueron rechazados en su momento. El Ministerio de Trabajo también rechazó el intento de despedir 123 empleados que semanas atrás había realizado la compañía, que a nivel internacional declaró ganancias por 200 millones de dólares. Ahora quedarían en la calle sus 400 empleados.
"A partir del día de hoy, y hasta tanto la Corte Comercial competente tome una decisión al respecto, la planta de Garín permanecerá cerrada para asegurar la integridad física de los activos de la empresa, los cuales serán administrados por la misma Corte y, en su caso, liquidados entre los acreedores", detalló la compañía en el comunicado.
Medina denunció que en realidad la quiebra declarada es sólo "una maniobra para extorsionar" a los empleados para que acepten acogerse a un retiro voluntario.
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Esta nota se encontraron el lunes los trabajadores de Donnelley pegada en el ingreso a la planta