Manifestantes católicos contra el aborto irrumpieron este martes al recinto de sesiones de la Legislatura de Mendoza para exigir la Provincia siga sin un protocolo para tratar los casos de aborto que, según la ley argentina, están despenalizados. La reacción de los religiosos se debió a que Noelia Barbeito, senadora del Partido de los Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda, planteó darle estado parlamentario a un proyecto que, como consecuencia, será debatido en la Comisión de Género de la Cámara Alta .
El mismo pedido fue presentado por la diputada Cecilia Soria, partidaria del PTS en el FIT, en la Cámara Baja. Las acciones de las legisladoras de la izquierda buscan reparar el daño provocado por el cajoneo que el gobierno de Francisco Pérez decidió como destino para el abordaje de una orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que fijó con precisión la responsabilidad del Estado en la provisión de alternativas a los embarazadas comprendidas en los casos despenalizados.
Luego de la manifestación del puñado de militantes católicos, la senadora Barbeito -citada en la web del PTS- esgrimió: "Este conjunto reducido de militantes contra el derecho al aborto que se encuentra en el recinto, plasman la intolerancia de quienes están en contra del derecho a decidir. Nosotros desde el PTS y la agrupación de Mujeres Pan y Rosas impulsamos una gran campaña para que se adhiera al protocolo. Los abortos no punibles están tipificados en el Código Penal desde 1921. El ministro Roby debería aplicarlo ya mismo porque la vida de las mujeres no puede quedar librada a la conciencia o las creencias de un juez o un médico".
Además, la senadora presentó un pedido de adhesión al proyecto de ley impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Este proyecto fue presentado en el Congreso de la Nación por referentes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto meses atrás y fueron acompañadas por el diputado Nicolás del Caño. También sumaron sus firmas más de 60 legisladores tanto del oficialismo como de la oposición.
"Esta es una cuestión de salud pública dado que son más de 300 las mujeres que mueren al año por la práctica del aborto clandestino, no es un problema religioso. La Iglesia no tiene porque interferir en los asuntos del Estado, pero con el guiño del kirchnerismo a partir de la aprobación del Código Civil tal como lo pidió el Vaticano se envalentonan y acá están, intentando amedrentarnos. No lo van a lograr, vamos a seguir peleando por todos los derechos para las mujeres. Es por esto que desde la banca del FIT presentamos este proyecto para que la Cámara Alta tome decisión al respecto y dejen de seguir vulnerado los derechos de las mujeres", sentenció Barbeito.
