Francisco Pérez estuvo junto a los empresarios José Cartellone y Enrique Pescarmona con Axel Kicillof en Buenos Aires. La movida incluyó una operación para la incorporación de IMPSA, la empresa de Pescarmona que dice estar en banca rota y amenaza con echar trabajadores, a la construcción de la represa Los Blancos. Kicillof tiene la lapicera autorizada para soltar la plata para la obra.
Los Blancos estuvo en los discursos proselitistas del justicialismo mendocino desde la gestión de Celso Jaque, los radicales alineados con Julio Cobos prefieren otra obra: Portezuelo del Viento. Desde la presidencia de Néstor Kirchner ambas realizaciones se prometieron repetidas veces con fondos nacionales, pero hasta ahora no se concretaron.
Esta vez, Pérez sumó un nuevo elemento de presión para el ministro Kicillof: el salvataje que pide desde hace tiempo el ingeniero Pescarmona en los pasillos de la Casa Rosada, mientras filtra por los medios opositores que sus males son consecuencia de que no le dieron a su empresa las dos represas que se harán en Santa Cruz con financiamiento chino.
La prensa oficial de la Gobernación informó que "en el encuentro se evaluaron variables sobre el avance de la obra hidroeléctrica Los Blancos. Una de las posibilidades que analiza en conjunto el Gobierno nacional y el Ejecutivo provincial es que IMPSA participe en el desarrollo del proyecto hidroeléctrico. El Estado nacional podría financiar la obra hidroeléctrica, aunque por ahora sólo es una alternativa que se evalúa. La agenda de reuniones entre el Gobierno nacional, el Ejecutivo provincial y los privados continuará a fin de lograr avanzar en el desarrollo del proyecto".