El intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, defendió lo actuado por la bancada de Diputados del radicalismo en la aprobación de un proyecto de Presupuesto propio, contra el postulado por Francisco Pérez. El gobernador reaccionó en los medios acusando a Cornejo de usar el presupuesto como "extorsión para que los mendocinos le paguen la campaña", un planteo "ridículo", según consideró el radical.
El intendente y líder del radicalismo provincial salió a contestar las acusaciones de Pérez en una entrevista con Daniela Galván, en Canal 9. Repitió varias veces "es ridículo" mientras la periodista le explicitaba las referencias al discurso del gobernador para provocar la respuesta del jefe comunal de Godoy Cruz.
"Hay que leer el presupuesto y contrastarlo con lo que dice el gobernador, miente", se despachó contra el argumento de que la estrategia frente al tratamiento del Presupuesto 2015 responde solamente a la legislación de la plata que usará en su campaña.
"Ni siquiera se si voy a ser candidato, por ahí se llevan una sorpresa", deslizó Cornejo al final de una expresión de asombro por la personalización que Pérez hizo de la pelea política en su figura. El gobernador dijo en los medios en tono acusatorio que toda la plata dispuesta en el proyecto radical de Presupuesto con media sanción de la Cámara Baja era para la campaña de Cornejo.
"Es una mentira flagrante", puso en su lugar Cornejo. El proyecto destina 40 millones de pesos para repartir entre todas las fuerzas políticas que participen en las elecciones provinciales, las que a su vez distribuirán sus cuotas entre todas las facciones internas que compitan en las PASO. El financiamiento público de las campañas fue fijado en la Ley Electoral Provincial votada hace un año con auspicio del justicialismo.
Pérez decidió en el decreto reglamentario de esa ley cambiar las reglas, eliminando el financiamiento estatal con lo cual elimina una premisa de la norma que antes impulsó: la eliminación o reducción de los aportes privados a los candidatos, que son en la actualidad el principal sustento de las campañas y el mayor condicionamiento de quienes llegan al poder gracias a la plata de los lobbistas que financiaron el proselitismo.
