Usaron niñas con bombas adosadas al cuerpo en tres atentados en Nigeria, donde murieron más de 30 personas

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“La niña tenía unos diez años y dudo que supiera lo que tenía adherido al cuerpo. La estaban controlando a la entrada del mercado y el detector de metales acababa de señalar que llevaba algo encima. Desgraciadamente, la bomba estalló antes de que pudiera ser aislada”.

Ashiru Mustafa, miembro de un grupo local de autodefensa, explicó que la bomba explotó este sábado en la ciudad de Maidiguri, en el noreste de Nigeria,  mientras alguien cacheaba a la niña a la entrada del mercado, por lo cual consideró que no se trató de un acto deliberado de la menor.

El mercado se ha convertido en un objetivo de las terroristas suicidas, ya que el pasado 1 de diciembre dos mujeres se inmolaron y causaron al menos 10 muertos en este mismo lugar.

Por eso, el pánico se ha adueñado de inmediato de Maiduguri, la capital del estado de Borno, una de las zonas más devastadas por la violencia del grupo terrorista Boko Haram.

Aunque nadie ha reivindicado el atentado, todas las sospechas apuntan a Boko Haram.

Boko Haram llevó a cabo su primer atentado suicida con una mujer en junio de 2014, en el estado de Gombe y en julio, una niña de 10 años fue descubierta en el estado de Katsina con un chaleco cargado de explosivos, lo que hizo pensar que el grupo extremista obligaba a los niños a hacerse estallar.

Más tarde, el mismo sábado, dos personas murieron al esplotar un coche bomba en la ciudad de Potyiskumen, estado de Yobe, cuando el vehículo se encontraba “ante las puertas de una comisaría para un control de seguridad”.

En el balance final, alrededor de una treintena de personas han fallecido este fin de semana en tres atentados terroristas en mercados de Nigeria. Este domingo al menos cinco personas han fallecido en un mercado de Potiskum, en el norte de Nigeria, después de que terroristas colocaran chalecos explosivos a dos niñas de unos 10 años.

Un tercer atentado ha ocurrido este domingo por la tarde en un mercado a cielo abierto en el que se vendían teléfonos móviles en Potiskum, en el estado de Yobe, una de las zonas más afectadas por la violencia del grupo yihadista Boko Haram. Uno de los vendedores, Sani Abdu Potiskum, contó que las niñas que portaban las bombas tenían unos 10 años. "He visto sus cadáveres. Eran dos niñas pequeñas de unos 10 años de edad. Solo pude ver una trenza y parte del torso", relató.

Estas acciones se produjeron una semana después de un severo ataque del grupo islamita en la población de Baga, en el estado de Borno, quizás el peor de los seis años que pudo haber dejado cerca de 2 mil muertos. La aldea y como mínimo 16 asentamientos en torno al lago Chad fueron arrasados totalmente, y como mínimo 20 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares.

El Departamento de Estado afirmó el sábado que “todos los autores de estos ataques terroristas deben ser considerados responsables”. Boko Haram, dijo en un comunicado, no muestra respeto alguno por la vida humana”.

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