Por Javier Polvani
@javierpolvani
Mientras todo el radicalismo espera que Julio Cobos se pronuncie sobre las especulaciones que, principalmente, el cobismo y el peronismo hacen sobre su presunta abdicación a la precandidatura presidencial para postularse por segunda vez a la Gobernación de Mendoza, el diputado nacional continuó este martes con su agenda de campaña nacional en varias localidades de Córdoba. Desde un lugar de la gira, el radical dedicó unos twits contra el adelantamiento de las elecciones provinciales decretado por el gobernador Francisco Pérez por impulso del peronismo liderado por Carlos Ciurca y Juan Carlos Mazzón.
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El viernes será un día importante. La dirigencia radical se moverá hasta Junín para la celebración vendimial del departamento que gobierna Mario Abed, uno de los cobistas con más ganas de que su jefe político aborte la campaña nacional, arme las maletas, devuelva el micro y se consiga una combi acondicionada para empezar a recorrer Mendoza ofreciéndose como gobernador.
Cobos ya reconoció que la dirigencia radical de la provincia que está enfrentada con el precandidato Alfredo Cornejo está ocupada en una campaña para convencerlo de que sea candidato nuevamente en Mendoza. El diputado nacional tiene aún ganas de llegar a las PASO como precandidato del radicalismo en el Frente Amplio UNEN, pero el escenario para esa jugada está cada vez más endeble. Nadie cree que el radicalismo llegue a agosto con la alianza sellada con los socialistas, Pino Solanas y otras marcas, como el GEN o Libres del Sur.
El presidente de la UCR nacional, Ernesto Sanz, se está ocupando de minar la alianza original de su partido para hacerla implosionar en la reunión de la Convención partidaria previsto en marzo en Mar del Plata. Cobos esperaba ese cónclave para definir su futuro, mientras continuaba con la campaña como pre candidato presidencial. Si conseguía el aval de la Convención radical para ir por la presidencia -como se dijo, una hipótesis impensada, incluso por parte del cobismo- el ex vicepresidente aceleraría la estrategia para cumplir con su objetivo principal. En caso de que la Convención le estorbara el camino a las presidenciales, Cobos encontraría la excusa perfecta para candidatearse en Mendoza sin pagar el costo de desmentir su propio predicamento de años, resumido por tres palabras salidas de la boca del diputado nacional en repetidas oportunidades: "No bajo escalones". Esta vez sería una consecuencia de una elección no querida, sino forzada por la conducción de Sanz.
El desdoblamiento decidido por Pérez arruinó los plazos que había previsto Cobos. La Convención radical se reunirá después de la pesentación de candidatos en Mendoza. Con eso, Cobos deberá definir qué camino toma sin la posibilidad de que la dirigencia nacional encabezada por Sanz, su principal enemigo interno en lo nacional y socio coyuntural de Cornejo en el ámbito provincial, pueda determinar su decisión.
