Al grito de "¡policía asesina!" marcharon por Leonardo Rodríguez, hallado muerto en un calabozo de la Comisaría 27

Por Gabriela Valdés
@gabivaldes

"Matan, atropellan, están involucrados en asaltos, en torturas. Tienen que dejar de proteger a los policías asesinos". Bajo esas consignas a viva voz, sin megáfonos ni micrófonos, se abrazaron esta tarde frente a la Legislatura Marilú Contreras, Viviana Espina y Yeni Chandía,  madres de Leonardo Rodríguez, Lucas Carrazco y Jonhatan Chandía: uno hallado muerto en el calabozo de la Comisaría 27, de Godoy Cruz, otro muerto por la espalda por el impacto de un gas lacrimógeno en medio de un operativo de represión tras un partido de la Lepra, y el otro asesinado por la espalda por un policía de la citada comisaría cuando lo tenía inmovilizado en el piso.

No son casos aislados, sino muestras de un historial que revela la brutalidad de una institución que acumula muertes por abusos de su uniforme desde 1983, como contabilizó la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), que ubicó a Mendoza como la tercera provincia en cantidad de abusos a manos de las fuerzas de seguridad si se tiene en cuenta la proporción de casos con la cantidad de habitantes.

El caso de Leonardo Rodríguez, hallado sin vida el viernes en el calabozo de la Comisaría 27, es el más reciente de todos. Su madre, Marilú Contreras (voluntaria del hogarcito Orione, según contaron sus vecinos), y el resto de su familia, se enteró por los medios del destino fatal del joven (tenía 30 años) cerca del mediodía del sábado. "No nos dejaban verlo en el forense, ni nos devolvían la ropa en la comisaría ni sus cosas. No entiendo porqué pasó esto, Leonardo era un chico muy bueno, no se metía con nadie", dijo Marilú

La jefatura policial rápidamente atribuyó el deceso a un "suicidio", y dijo que se había ahorcado con una remera. Sin embargo -y pese a que la familia denuncia no tener acceso al informe de la necropsia del forense- los familiares que lograron verlo para su identificación aseguran que le faltaban uñas y que tenía sus manos apretadas "como si hubiera querido defenderse de alguien que lo estaba ahorcando", describió una de sus hermanas, Cristina Rodríguez.

“Morir en una celda de comisaría, un lugar teóricamente dispuesto para que ello no suceda, constituye una de las peores expresiones de los métodos de terror represivo vigentes aún en democracia. Estos hechos se suceden cada vez con mayor frecuencia”, indicó sobre casos como el de Leonardo el Observatorio de la Violencia de Estado en Mendoza.

"Leonardo estaba solo cuando lo detuvieron en el Corredor del Oeste y Paraguay, venía de jugar al pool con unas amigas, y se quería ir caminando para ahorrarse la plata, porque era así de terco. Algunos dicen que lo detuvieron a las tres otros a las tres y media. Y como a las 12 del mediodía una sobrina nos avisó que había visto la noticia en los diarios de que Leonardo estaba muerto, a la familia no nos avisaron", señaló la madre del joven a este diario.

Muy cerca de ella, la madre de Jonhatan Chandía -cuyo caso fue un simbronazo en el gobierno de Cobos pero no así en el destino delministro de Seguridad, Miguel Bondino, quien fue removido de su cargo pero por otro homicidio: el de Laura Abonassar- arengaba a salir a la calle para que se detengan los abusos policiales. "Tenemos que salir a la calle como salí yo. Hay que salir a marcarlos, decir quiénes son los responsables".

Acoso policial en el barrio

La marcha por Leonardo Rodríguez y los demás casos de abusos policiales fue acompañada por una gran cantidad de vecinos del barrio Parque Sur, donde vivía el joven, en el monoblock 60.

Poco antes de que los familiares y amigos de Rodríguez partieran a la marcha, un grupo de policías les cercó el paso, según contaron: "Empezaron a tirar tiros al aire porque la gente se enojó de verlos así, bloqueando el paso. Un peligro la situación porque había muchos chicos jugando en la cancha del Cecom (Centro Comunitario del barrio Parque Sur). Esto es así todo el tiempo, la policía acosando al barrio".

Los aprietes a los habitantes del Parque Sur comenzaron cuando ellos denunciaron al sargento primero Antonio Gabriel Cruz Suárez), que trabaja en la Jefatura de Cuerpos Especiales de la Policía de Mendoza, que integra los cuerpos policiales de elite, quien en contraano y borracho atropelló a tres adolescentes de las cuales mató a dos: Tania Páez (17) y Lorena Castro (16).

Por ellas también se pidió en la marcha de este martes, que arrancó en la Legislatura, siguió por Peatonal, se detuvo unos minutos en el kilómetro cero y volvió a la Legislatura por Espejo. Los manifestantes aseguraron que habrá nuevas marchas.