En Argentina inició el tercer juicio por lo delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura (1976-1983). Por primera vez, ocho pilotos de los llamados “vuelos de la muerte” serán juzgados.
El juicio oral y público forma parte del tercer tramo de la “megacausa” por los crímenes en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que funcionó como centro clandestino de detención y por donde pasaron cerca de cinco mil personas.
El operativo “vuelos de la muerte” consistió en arrojar al mar o al Río de la Plata a prisioneros políticos para convertirlos en desaparecidos. Esos vuelos se realizaban con aeronaves Fokker 27 y Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina.
Esta fue la forma en la que murieron tres integrantes de Madres de Plaza de Mayo, uno de ellas su fundadora (Azucena Villaflor), y la monja francesa Léonie Duquet, quienes fueron apresadas tras un trabajo de inteligencia del excapitán Alfredo Astíz.
Además de los pilotos, entre los acusados destacan el excapitán de fragata Jorge Eduardo Acosta, el excapitán de corbeta Ricardo Miguel Cavallo (extraditado desde España en 2008) y el excapitán de la Armada y agente de inteligencia Alfredo Astiz, conocido como “Ángel Rubio” o “Ángel de la muerte”.
También serán procesados el abogado integrante de Tareas de la ESMA, Gonzalo Torres de Tolosa, el economista y exsecretario de Hacienda acusado de torturas Juan Ernesto Alemann.
En el juicio serán tratados los casos de 789 víctimas de violaciones de los derechos humanos en la ESMA que alertaron al mundo, como el de la adolescente sueca Dagmar Hagelin, baleada en la calle en febrero de 1977 y llevada al centro de detención para ser desaparecida.
Otra de las causas que serán tratadas en el juicio es la muerte del escritor y periodista Rodolfo Walsh, que fue detenido y asesinado tras una carta abierta a la dictadura en 1977 donde revelaba la existencia de detenidos-desparecidos y un plan económico neoliberal.
Según lo previsto, unos 900 testigos declararán en el juicio. Entre ellos Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), quien manifestó sentir emoción porque se celebren las audiencias.
“No podía imaginar hace 35 años, cuando empezamos la lucha y buscábamos a nuestros hijos desaparecidos, que fuera a tener lugar esta causa y tantas otras que hay abiertas en todo el país. Es un camino muy importante para que los genocidas vayan a la cárcel común y se termine así con la impunidad”, expresó Cortiñas.
La justicia argentina recordó, previo al inicio del tercer juicio de la “megacausa” de la ESMA, que algunos de los acusados están todavía prófugos, por los que pagarán recompensa de hasta 100 mil pesos (22 mil dólares) por información sobre su paradero.
La anterior fase al mayor juicio abierto en Argentina por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, concluyó en octubre del pasado año con 16 condenados.
La “megacausa” se compone de nueve procesos judiciales por crímenes cometidos en la cárcel clandestina, por donde pasaron unas cinco mil víctimas de la represión militar, de acuerdo con lo informado por organizaciones de derechos humanos.