OPINIÓN

Una chorrera de barbaridades dignas de una comedia chusca se emitieron tras la denuncia de Nisman contra la Presidenta

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nisman

 

Por Orlando Ragusa
Especial para EXPLÍCITO

Como consecuencia de la denuncia que presentara el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y varios funcionarios del Gobierno por supuesto encubrimiento en la causa AMIA, que ahora está en manos de un juez que debe determinar si es procedente o no, los grandes medios de información se lanzaron en desenfrenada carrera para analizar el tema y emitir una chorrera de barbaridades dignas de una comedia chusca.

Hablan de un entendimiento con Irán, de favores de intercambio con ese país, de levantamiento de alertas rojas de Interpol y otras burdas mentiras ya explicitadas por autoridades internacionales y por la realidad. El Gobierno no puede ofrecer granos a Irán porque esos bienes en Argentina son de propiedad privada de los productores agrícola. Las alertas rojas las solicita el Poder Judicial y un alto funcionario de Interpol calificó de mentiroso al informe sobre pedido de levantamiento de esas medidas. La acusación de Nisman es absurda. Pero debe ser el juez de la causa quien determine el curso de esa cuestión.

El otro tema, no menor, que los medios ventilan como verdad revelada es que si Cristina es llamada ante la Justicia y es procesada sería el primer caso en la historia reciente del mundo Occidental. Casi un bochorno nacional. Más allá de que esa hipótesis es poco probable, parece que el archivo de los medios anda flojito.

El presidente brasileño Fernando Collor de Mello renunció pocas horas antes de ser destituido por el Congreso de su país por varios actos de clara corrupción económica. Para los que olvidan, Collor fue el segundo presidente democrático de Brasil luego de la larga noche de dictadura que finalizó en 1983.

Otro caso más bochornoso fue el del ecuatoriano Abdalá Bucaram, depuesto por insanía y diversos actos reñidos con la investidura presidencial. Nadie se acuerda de ese loquito que avergonzó a los ecuatorianos en todo el mundo.

Cambiando de latitudes, el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Silvio Berlusconi, tuvo que dejar su cargo luego de las abrumadoras pruebas de su activa participación en orgías sexuales y varios negocios turbios. Todavía hay juicios pendientes en contra del “Cavaliere”.

Sobre la actitud del Gobierno respecto de Irán hay que aclarar algunos puntos. El famoso Memorándum de entendimiento que nunca entró en vigencia era la única manera de lograr que los sospechosos de atentar contra la AMIA formularan declaraciones ante un juez argentino. No se puede requerir su presencia en nuestro país porque Irán no extradita a sus ciudadanos. Tampoco hay extradición en Brasil, Estados Unidos, Japón y otros países.

Tampoco se puede realizar un juicio en ausencia dado que la jurisprudencia argentina no permite esa práctica. La única solución era el memorándum, que por otra parte nunca entró en vigencia.

Si el memorándum no entró en vigencia y los supuestos negocios de intercambio era de realización imposible, cuál es el nudo de la acusación del fiscal Nisman. Nadie lo entiende.

Y hablando de Irán, que lo mencionan como si fuera el mismo diablo, hay que señalar que el presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama intenta restablecer relaciones normales con la República Islámica de Irán desde 2009. Esa información fue confirmada por la Casa Blanca, no es un rumor. Ya que estamos en Estados Unidos no nos olvidemos de Richard Nixon que antes de ser enjuiciado por varias irregularidades muy graves, renunció y negoció con su sucesor, el desconocido Gerald Ford, un perdón presidencial. Más adelante el inefable Bill Clinton debió pedir disculpas en público cuando se descubrió el escándalo sexual que lo involucraba con una pasante de la Casa Blanca. Una pinturita el muchacho.

En nuestra amada Patria el riojano Carlos Saúl Menem descargó en sus subordinados la responsabilidad del contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia. Esa porquería fue aceptada por la Justicia y Menem tuvo algunas dificultades menores pero no fue procesado y metido en cana como merecía. Las armas que se enviaron a Ecuador y Croacia se sacaron de los cuarteles del Ejército Argentino, no de Fabricaciones Militares que es la entidad encargada de fabricar y vender esos pertrechos, y despachadas a dos países que estaban involucrados en conflictos armados. Se violaron así normas legales argentinas e internacionales que señalan que en caso de guerras rige un embargo total al envío de elementos que aumenten la capacidad bélica de uno de los bandos en pugna. No pasó nada de nada.

Y acá se acaba la historia de este sensacional cuento del tío. Dejen de hablar tonteras y analicen sus fuentes de datos. Están flojitos muchachos. O muy mal intencionados.

 

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