La propuesta final a los docentes debe pasar por las asambleas escolares, departamentales y finalmente por la cumbre central de delegados. Se apunta a un arreglo en torno al 25% que cierre con la conducción gremial antes del jueves que viene. El lunes siguiente empiezan las clases.
El gobierno de Francisco Pérez apuesta todas las fichas a cerrar un acuerdo salarial con el SUTE antes del inicio de clases para después actuar sobre los gremios reunidos en el denominado frente estatal, en el que sobresalen los combativos ATE y AMPROS, protagonistas de la discusión en el ámbito de la Salud, donde rechazaron el ofrecimiento oficial en el primer encuentro paritario. El peor escenario para el gobierno, contempla que todo el arco gremial de los estatales proteste contra Pérez en los actos vendimiales.
La negociación con los docentes quedó trabada el miércoles con el rechazo del SUTE a una oferta de incremento del 21% promedio dividido en tres instancias hasta setiembre, con lo cual un educador de primaria con 10 años de antigüedad recibiría un incremento de unos $650 por mes. La conducción del gremio no lo blanqueó pero si le ofrecen un 25% de aumento militará en las asambleas de las escuelas para que sea aceptado.
El tiempo para las marchas y contramarchas en la paritaria con los docentes sin daños colaterales aguanta hasta mediados de la semana que viene. Si el paritario oficial Mauricio Guzmán no fuma la pipa de la paz con los negociadores del SUTE, encabezados por el secretario general Javier Guevara, hasta el jueves que viene, las clases en Mendoza empezarán con un paro docente o una abolición por 15 días de las medidas de fuerza operada por la conciliación obligatoria, que podría empujar el Gobierno si es que considera que con más tiempo puede llegar a un acuerdo definitivo con los educadores.
La negociación con la Administración Central, con fuerte incidencia de ATE, y con la Salud, con protagonismo de AMPROS y ATE, está atada a lo resolución de la paritaria con los docentes, representados por un gremio cuya conducción tiene fuertes lazos políticos con el kirchnerismo y también con el gobierno de Pérez. No obstante, el aumento que se firme en la paritaria debe ser aprobado por la asamblea de delegados del SUTE, que depende de los mandatos que se resuelvan en las escuelas.
El gremio tiene previsto hacer la asamblea central de delegados el viernes, mientras que un día antes están convocadas las asambleas departamentales, en las que se presentan las mociones individuales de las escuelas. De estar encaminado un acuerdo el gremio podría correr un día los escenarios de discusión y votación de las propuestas.
Mientras se da el proceso en el ámbito de la docencia, las líderes gremiales del sector salud Isalbel Del Pópolo, titular de AMPROS, y Raquel Blas, de ATE, ya avisaron que ni siquiera escucharán ofertas semejantes a las realizadas al SUTE, que tampoco ese gremio aceptó. Aunque las relaciones entre Blas y Del Pópolo con Guevara están rotas, los tres dirigentes coincidieron en el fondo de la peor amenaza al Gobierno: marchar contra Paco Pérez en el Carrusel de la Fiesta de la Vendimia.