La canciller alemana Angela Merkel se puso en cuarentena. Es porque dio positivo a las pruebas de Covid-19 un médico que le aplicó una vacuna. Así lo informó este domingo su portavoz, Steffen Seibert.
La canciller seguirá con su trabajo desde su casa y se someterá a un test para establecer si se ha contagiado, agregó, según información citada por Euronews.
La información no ahondó en más detalles.
Alemania está entre los países con más alto número de contagios: 18.616. Aunque con 55 víctimas mortales, es uno de los países en donde el porcentaje de muertos sobre el de contagiados detectados es más bajo. Esas cifras fueron dadas este domingo por el Robert Koch Institut (RKI), que basa sus datos en casos verificados en laboratorio.
La Universidad John Hopkins de Estados Unidos, con una actualización más dinámica basadas en datos de diversas fuentes, eleva este domingo la cifra de infecciones en Alemania a 23.921 y sitúa la de muertos en 92.
Aislamiento parcial
Merkel y los líderes de los estados federados acordaron este domingo restringir durante al menos dos semanas los contactos y prohibir las reuniones de más de dos personas para tratar de contener la expansión del coronavirus.
En el territorio alemán se permitirá salir a la calle con otra persona, ampliable a más si se trata de un núcleo familiar u otras formas de convivencia. Cerrarán restaurantes y otro tipo de locales comerciales, excepto tiendas de alimentación, farmacias y otros establecimientos básicos.
"Hay que reducir absolutamente a mínimos todos los contactos", dijo Merkel antes de aislarse.
Advirtió que son "absolutamente inaceptables" las fiestas y celebraciones, pero debe seguir siendo posible el "camino al trabajo o al médico", así como practicar de forma individual deportes al aire libre.
Merkel insistió en que son medidas acordadas por todos los "Länder", porque a estos compete su implementación.
No hubo acuerdo para la extensión del confinamiento estricto de la población a escala nacional, un sistema que ya se implementa en Baviera y otros "Länder" con alto número de contagios, pero al que se oponen algunos estados federados.
El líder de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, explicó que no considera necesario el confinamiento, destacó que sí lo es salir al aire libre y que lo fundamental es limitar los contactos, lo que implica cierre de peluquerías o salones de masaje.
Los medios alemanes revelaron que hubo una fuerte confrontación entre Laschet y Maskus Söder, su colega en Baviera. Por eso, el aislamiento general no se aplicó a escala nacional.