Ante la suba de contagios y el virtual colapso del hospital, el intendente de Malargüe decretó asueto administrativo para municipales desde este jueves hasta el 30 de mayo y anunció que sacará inspectores a recorrer los barrios para multar fiestas clandestinas y juntadas. No obstante, mantiene las escuelas abiertas y no pidió la suspensión de la presencialidad.
Ojeda precisó que unos 1.500 agentes municipales se quedarán en sus casas trabajando en virtualidad en lo que llamó un "megasueto administrativo" del que sólo quedan afuera Servicios Públicos, Defensa Civil, Agencia de Comunicaciones (Fm Municipal y Prensa). Los jardines maternales, CAES, la academia de Inglés y el deporte municipal se pliegan al asueto.
Los docentes y alumnos, en cambio, deberán seguir acudiendo de manera presencial a las aulas, siguiendo la política del gobernador Rodolfo Suarez, que se niega a volver a las clases virtuales pese al aumento constante de casos positivos y decesos.
La presencialidad en las escuelas se tornó una batalla política que Suarez mantiene como bandera "todo lo que se pueda", según sus palabras, y pese al pedido de gremios y comunidades educativas de distintos puntos de la provincia alarmadas por el impacto del virus en miembros de las escuelas y familiares de alumnos.
En lugar de la vuelta a las clases virtuales, Ojeda pidió por nota a Suárez la eliminación de compras por DNI en Malargüe y que los negocios de cercanía cierren a las 22.
Ojeda especificó que habrá inspectores recorriendo los barrios y afirmó que en donde se encuentre un evento social o fiesta clandestina, los agentes darán aviso a la policía y se los multará según las siguientes indicaciones: “Si el evento es en una casa privada, el dueño de la vivienda será pasible de una multa de $100.000 y en caso de que no la pague, la misma se cobrará por vía apremio. Cuando el encuentro sea en un espacio abierto o público, la multa será de $50.000 por cada persona que esté allí y si no la pagan, no se les entregará la licencia de conducir hasta que no cancelen el valor de la misma. Estas multas queremos cobrarlas porque no queremos jugar con la salud de las personas”.
Mendoza lleva 10 días consecutivos con decesos diarios que superan la veintena y un ritmo de contagios constantes que el gobierno prefiere llamar “meseta alta”, y que este martes llegó a 1,352 nuevos positivos reportados.