Crisis en la Rosada

Atan la suerte de Milei a la de Karina: los libertarios lanzaron una campaña para blindar a la hermana del presidente

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Javier y Karina Milei.

En una semana marcada por el avance judicial del caso de las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), los libertarios lanzaron una insólita campaña digital para blindar a Karina Milei, hermana del presidente y figura clave del oficialismo. Lejos de tomar distancia, el entorno presidencial redobló la apuesta: admitieron abiertamente que Javier Milei no puede gobernar sin ella.

La ofensiva se desplegó en redes sociales con una catarata de tuits, posteos y réplicas coordinadas. Desde cuentas anónimas hasta funcionarios de primera línea como Santiago Oría —cineasta presidencial y operador audiovisual del gobierno—, todos repitieron el mismo mantra: “Sin Karina no hay Milei”.

El posteo de Oría, titulado “Javier es Karina, Karina es Javier”, fue replicado por referentes libertarios, candidatos provinciales y hasta por las cuentas oficiales de La Libertad Avanza. En él, se afirma que “no hay fenómeno Milei, no hay Presidencia, no hay revolución liberal sin Karina Milei”.

El riesgo de atarse a una figura en crisis

La estrategia, sin embargo, no está exenta de riesgos. Al vincular directamente la estabilidad presidencial con la figura de Karina, el oficialismo se expone a una vulnerabilidad política mayor. La secretaria general de la Presidencia está acorralada por el escándalo de corrupción que involucra presuntas coimas en licitaciones de medicamentos para personas con discapacidad.

El caso, revelado por audios filtrados del exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, y ratificado por el consultor Fernando Cerimedo ante la Justicia, apunta a un esquema de retornos que habría beneficiado a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem. La frase “el 3%” se convirtió en símbolo de burla y repudio en redes y calles de ciudades como Necochea.

Derrota electoral y repliegue simbólico

A esto se suma la reciente derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, donde Karina tuvo un rol central en el armado. El traspié electoral intensificó las críticas internas y externas, y la campaña libertaria entró en modo defensivo.

En lugar de moderar el discurso, el presidente cerró filas en torno a su hermana. En actos públicos, como el de Moreno, Milei la defendió con vehemencia, calificando de “opereta” las denuncias y acusando al kirchnerismo de “meterse con su familia”.

¿Blindaje o dependencia?

La frase “Javier es Karina” busca construir una épica de lealtad, pero también revela una dependencia institucional que incomoda incluso dentro del oficialismo. En un contexto de alta volatilidad política, el blindaje emocional puede convertirse en una trampa estratégica.

La campaña libertaria, lejos de disipar las dudas, las cristaliza. Y en ese espejo, el presidente queda pegado a la suerte judicial, política y simbólica de su hermana.

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