Bélgica dio luz verde a una investigación acerca del presunto espionaje masivo por parte de los servicios de inteligencia de Alemania, en colaboración con la Agencia de Seguridad de Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés).
De certificar las sospechas de espionaje, esto calaría no solo judicialmente sino además en las relaciones bilaterales, según el diario Le Soir. Alexander de Croo, ministro belga de telecomunicaciones, notificó mediante un comunicado que en el caso de ser ciertas las las denuncias de espionaje a gran escala, Alemania tendrá que dar explicaciones de lo ocurrido.
A principios de febrero, el diario germano Zeit divulgó que BND, uno de los tres servicios secretos alemanes, espiaba las llamadas telefónicas y las comunicaciones de ciudadanos de varios países, entre ellos Francia y Bélgica, y enviaba datos a los servicios de Inteligencia de Estados Unidos, entre ellos la NSA.
El diario alemán 'Bild' reveló a finales de abril que el Gobierno de la canciller alemana, Ángela Merkel, conocía del espionaje de la NSA a autoridades de Francia y empresas europeas. El escándalo se puso en el centro de atención de todo el mundo en 2013 cuando el exanalista de NSA Edward Snowden reveló que Washington había llevado a cabo un masivo espionaje de datos en Internet y teléfonos que incluía a “países amigos y sus líderes”, uno de ellos Alemania.
En contexto
El tema de una posible colaboración entre el espionaje germano y el estadounidense salió a la luz en abril pasado, cuando diversos medios informaron que el Servicio Federal de Información (BND), los servicios secretos alemanes para el exterior, ayudaron activamente a la NSA estadounidense en la vigilancia de aliados y empresas europeas.
De acuerdo con esas informaciones, la NSA transmitió a la BND un listado con miles de “selectores” (números de teléfono, direcciones de correo, términos,...) sobre los que querían obtener información con ayuda de los sistemas de los alemanes para interceptar comunicación.
Fuente: Telesur