El ministro de Economía, Luis Caputo, le quitó poder al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, del proceso de reprivatización de las cuatro hidroeléctricas del Comahue. A la inversa, empoderó al ex abogado de Daniel Vila y José Luis Manzano, Diego Chaher, quien en la administración libertaria está al frente del desguace de empresas públicas.Se trata de las represas Alicurá, el Chocón-Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila. A mediados de agosto, el Ejecutivo dispuso la prórroga por un plazo máximo de año las concesiones de las cuatro centrales hidroeléctricas, por lo que no pasaron a manos de la empresa Energía Argentina, como se preveía hace unos meses, para continuar en manos de AES, Enel, Aconcagua y Central Puerto, respectivamente.
Según el decreto 718/24, la persona encargada de elaborar los pliegos, llamar a licitación, evaluar las ofertas y seleccionar a los ganadores era Chirillo; pero mediante el decreto 895/24, Caputo le recortó las atribuciones al secretario de Energía, tal como detalló Letra P.
Según el decreto de creación de la Agencia, su objeto principal es “dirigir y coordinar todas las acciones en materia de desenvolvimiento de las empresas y sociedades estatales, tanto en lo referido a los planes de acción y presupuesto, como a la modificación o transformación de su estructura jurídica, fusión, escisión, reorganización, reconformación o transferencia a las provincias o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Dentro de ese marco, la Agencia a cargo de Chaher está habilitada para “intervenir, implementar y prestar asistencia legal y normativa” a todas las empresas y sociedades del Estado que lleven adelante procedimientos de privatización y venta total o parcial de sus paquetes accionarios.
Chaher, la espada libertaria del desguace
Chaher fue avanzando casilleros desde que Milei le entregó a Vila y Manzano el desguace de los medios públicos. Hizo tan bien los deberes, en términos del plan libertario, que fue "premiado" al frente del desmantelamiento de empresas públicas.
Una de sus últimas acciones como interventor en los medios fue el silenciamiento de las redes que acompañó los despidos. Antes de eso, había ordenado cerrar las corresponsalías, entre ellas la de Mendoza.
Semanas atrás llegó a Mendoza para supervisar la venta de IMPSA, un gigante estratégico que será entregado al mejor postor, sin licitación y sin que la Provincia recupere la plata que puso para rescatarla.

