Con Cobos puntero y Abraham remando para no perder. Con Iglesias especulando esmerilar a la UCR y Del Caño esperando el milagro. Con los gansos peleando para no desaparecer y Cassia rogando que lo arrastren los Rodríguez Saá. Con Uceda mirando desde atrás y los socialistas navegando por las aguas turbias de un frustrado acuerdo electoral con el partido radical.
Con todo eso, los mendocinos vamos a las urnas este domingo para cumplir con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias fijadas por la ley y pensadas para seleccionar los candidatos de fondo para la elección general.
En Mendoza nada más que el Partido Demócrata y la alianza de los socialistas con el carriotismo definirán su primer candidato para octubre este domingo, los demás partidos lo hicieron a dedo, porque aunque la UCR tiene dos boletas, la que encabeza Fernando Armagnague no logró en la campaña juntar fuerza para discutirle al oficialismo partidario encabezado por Julio Cobos ni siquiera la minoría que le permita intercalar candidatos en lugares espectantes.
En las PASO no se eligen los diputados nacionales, sino los candidatos que volverán a competir el 27 de octubre, pero como están planteadas las primarias en la Provincia serán una especie de encuesta perfecta, que arrojarán exactamente la distribución de la intención de voto que hoy tenemos los mendocinos.
No quiere decir que en octubre se van a repetir los guarismos de las PASO para cada partido, porque las elecciones generales suponen un nivel de polarización mayor entre el oficialismo y el principal contrincante opositor que surja de las primarias. A priori, al 27 de octubre llegarán mano a mano Cobos y Alejandro Abraham, primer candidato del Frente para la Victoria, para definir el ganador.
Entonces, quien se ubique tercero en las PASO, en principio un lugar discutido por Roberto Iglesias desde la boleta del Partido Federal y el demócrata que gane el chico partidario este domingo (compiten las listas encabezadas por Luis Rosales, Carlos Aguinaga y Eduardo Difonso y se supone que el vencedor sumará la gran parte de los votos rivales en las generales) arrancará la carrera hacia octubre con más chances de conseguir una banca en Diputados de la Nación. Entre estos dos espacios pretende filtrarse el peronista exiliado del aparato partidario amparado en su discurso de manos dura y en la buena llegada que han demostrado en elecciones anteriores sus aliados Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. En las generales se pondrán en juego cinco escaños de la Cámara Baja del Congreso.
Si bien nadie tiene segura la banca hasta después del conteo de los votos en las generales, los primeros candidatos del radicalismo y el peronismo no tendrán problemas para llegar al Congreso, mientras que quienes los secundan -Patricia Giménez (UCR) y Omar Félix (PJ)- tienen buenas perspectivas de antemano. En 2009, el radicalismo encabezando un frente obtuvo tres bancas, mientras el PJ sólo logró una. Y en 2011 la cosecha de diputados nacionales fue inversa. En ambas ocasiones, la quinta banca fue para los demócratas. Las PASO pueden ser un envión o un freno, depende el resultado de cada fuerza, para la carrera de fondo que termina el 27 de octubre.
La izquierda en Mendoza trata de hacer pie para de una vez por todas preparar el terreno a un candidato con chances de conseguir banca en las urnas. Y en ese camino, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, encabezado en la boleta por Nicolás del Caño, le sacó ventaja a Gerardo Uceda, del Movimiento Socialista de los Trabajadores. Para la izquierda el milagro es superar el 1,5% exigido por la Ley para entrar en las generales de octubre. La fuerza que lidera Del Caño ya consiguió ese piso en las PASO de 2011 y todo indica que volverá a pasar la prueba este domingo, pero el desafío de máxima es arrimarse al porcentaje de votos que adjudica bancas.
