Con 23 votos a favor y 14 en contra el Senado aprobó el pliego enviado por Alfredo Cornejo para que la radical Norma Llatser reemplace a otro radical, Pedro Llorente, en la Suprema Corte.
De esta manera, el cornejismo ratificó la mayoría filo oficialista en el máximo órgano de justicia, reformada a pedido del cornejismo con la eliminación de la sala 2, acaso el último reducto que no era de su dominio.
Cornejo maneja además los hilos del Ministerio Público Fiscal, con Alejandro Gullé como procurador.
Llatser -quien estuvo afiliada a la UCR pero dice que renunció al ingresar como jueza- tuvo 1061 adhesiones y ninguna impugnación en la audiencia pública previa a la votación en la cámara alta.
Hasta el momento Llatser se desempeñó como jueza de la Segunda Cámara del Trabajo de la Primera Circunscripción Judicial.
Corte a medida
La Suprema Corte es uno de los engranajes de poder público dominado por Cornejo desde la reforma que impulsó para licuar la Sala 2, el último de los reductos de poder que no estaba bajo su poder.
Desde su primera gestión Cornejo quiso modificar la Corte, pero no fue sino hasta 2022 que apuró, a través de su sucesor Rodolfo Suarez, esos cambios.
La Sala II era la penal y laboral, y desapareció en 2023 para pasar a un sistema de sorteo entre los siete ministros "previa decisión fundada del pleno de la Suprema Corte de Justicia –adoptada por dos tercios de la totalidad de sus miembros-”. El sistema de sorteos entró en vigencia en diciembre de 2023.