Mientras el gobernador Alfredo Cornejo destilaba loas a su plan de avance de la megaminería metalífera en el Hyatt, miles de personas marchaban en el contra carrusel contra San Jorge y en clamor por la libertad de un vecino de Uspallata encarcelado tras protestar contra la mina.
"Todos somos Uspallata" fue la bandera que encabezó este año las protestas que arrancaron desde las 8.30 en laza Italia y recorrieron las principales avenidas de la Ciudad.
La columna más nutridas fue la e las asambleas por el agua, con los uspallatinos al frente. El pedido por la libertad de Mauricio Cornejo -comerciante y uno de los más activos asambleístas de la villa cordillerana- se repitió entre las consignas.
Histórica manifestación
El contra carrusel fue histórico este año por la cantidad de manifestantes y por la diversidad de consignas.
Detrás de las columnas de vecinos y asambleístas, que nutrieron varias cuadras, se ubicó el colectivo Ni Una Menos, que sumó sus banderas del 8M a la protesta contra las políticas extractivistas. No obstante, enarbolaron sus reclamos específicos por el brutal ajuste de los libertarios a las políticas de género.
También los científicos del Conicet, perjudicados por el recorte a becas e investigaciones, salieron a las calles para que se conozcan sus penurias.
Gremios y jubilados
Se sumaron también gremios como el SUTE y Judiciales y una columna de jubilados, sobre quienes Milei descargó gran parte del ajuste para fraguar el superávit fiscal.
Los gastos en jubilaciones y pensiones se ubicaron en los primeros 11 meses de 2024 un 16,8% por debajo que en igual período de 2023. Según el Centro Argentino de Economía Política (CEPA), las jubilaciones representaron el 25.3% del ajuste.
En Mendoza, desde los albores del gobierno libertario, grupos de jubilados salieron a las plazas a protestar por el recorte a sus haberes. Desde febrero no cesaron cada semana en las protestas, atizadas en las últimas semanas por la caída de la cobertura de remedios del PAMI.
