Alfredo Cornejo comenzó la puja por la construcción del macrismo sin el liderazgo de Mauricio Macri. Los planes del mendocino, en yunta con el histórico operador en las sombras Enrique Coti Nosiglia, son contrarios a los del núcleo duro del macrismo. El presidente tratará de fortalecer su posición todo lo que pueda en lo que le queda en la Casa Rosada.
El 7 de diciembre encabezará un acto destinado a posicionarse como el líder de la oposición que viene. Macri cuenta con el 40 por ciento de los votos del 27 de octubre, que en su núcleo consideran ligados inevitablemente al presidente en retirada.
Cornejo y Nosiglia tienen otra visión. "No va a haber posibilidades de un líder único en el espacio de la oposición", advirtió el gobernador de Mendoza en una entrevista con La Nación. "Tampoco hay chance para excluir a nadie. Aquí no sobra nada: por eso es clave articular posiciones consensuadas que posicionen a Juntos por el Cambio para la alternancia", aclaró ahí nomás.
El mandatario mendocino asumirá una banca en Diputados de la Nación con la idea de pelear por el liderazgo opositor. El rival directo es el presidente que se está yendo. No obstante, Cornejo ha decidido personalizar el enemigo en Mario Negri, el jefe del bloque de la Cámara Baja. Habrá tiempo más adelante para ir contra Macri directamente, razonan en los cuarteles de Nosiglia.
En la pelea, Cornejo dividió al radicalismo en dos: las facciones acomodaticias sin vocación de poder y los que quieren gobernar. Entre los primeros ubicó a Negri y sus socios, como el gobernador jujeño Gerardo Morales; mientras que él está en el segundo grupo.
"Es evidente que el radicalismo tiene facciones que quieren imponerse sobre un colectivo que, con una mirada integradora, apuntamos a construir la alternancia en la Argentina con el radicalismo en un rol mucho más protagónico. Ese es mi objetivo", le dijo a la periodista Laura Serra de La Nación.
El grupo de Negri cuenta con más votos en la Cámara de Diputados que Cornejo. "¿Eso les da la razón? ", cuestionó el mendocino. Y sin dejar lugar para una respuesta sacó la chapa de ganador en su provincia en contraposición con la derrota en Córdoba de su contendiente.
"No quiero restarle mérito a Negri ni desmerecer su dilatada trayectoria legislativa, pero lo cierto es que se perdió Córdoba y su capital por una desacertada estrategia electoral: el radicalismo cordobés se presentó dividido y no se quiso participar en una elección interna. En Mendoza competimos en internas y ganamos la elección provincial y la nacional", se jactó.
Cornejo es el presidente del Comité Nacional de la UCR, un cargo menor a juzgar por el mismo involucrado. "El problema para muchos es dónde poner a Alfredo Cornejo en este nuevo esquema. Pero ellos se quedan con el manejo de los bloques y me endilgan que soy caprichoso. Insisto, tenemos que tener una mirada colectiva. ¿Por qué no designar a una mujer al frente del Comité Nacional? Sería una decisión que renovaría al radicalismo", consideró.
Y tiró una solución salomónica para evitar romper el bloque de la alianza macrista en su paso a la oposición. "Creo que una salida para este entuerto es que Negri presida el interbloque de Juntos para el Cambio: tiene una relación estrecha con Macri y la Coalición Cívica, y seguramente le sobrarían los apoyos", ofreció.