Este viernes en otra de las audiencias realizadas por videoconferencia,declaró una de las sobrevivientes del operativo anti-jesuita, una de las causas que se juzga en el Noveno juicio de lesa humanidad en Mendoza.
Se trata de Delia Nora Mazzolo, quien fuera compañera de María Leonor Mércuri, desaparecida el 9 de septiembre de 1976. Ambas eran amigas y militantes sociales en el grupo del padre Macuca Llorens en el barrio San Martín. En el mismo grupo estaban Teresa Muñoz, Sonia Dietrich, Susana Negrette, Alicia Lorenzo, Leonor Mércuri y la declarante.
Juzgan el “Operativo Antijesuita” contra Macuca Llorens y los militantes del barrio San Martín
Según el sitio que lleva al día las crónicas del juicio, Nora recordó que Leonor era oriunda de Buenos Aires y que en 1975 viajó a Mendoza para estudiar Servicio Social porque el programa de estudios de aquí era de los más avanzados del país.
"María Leonor Mércuri vivió en diferentes lugares de Mendoza, alquilando habitaciones. Cuando llegó de Capital Federal vivió un tiempo en el barrio Santa Ana, donde compartió alojamiento con María Inés Correa Llano. Más tarde en un departamento de la Quinta Sección. Luego se quedó cinco meses en la casa de Mazzolo y, finalmente, alquiló una habitación en el barrio Cementista", reseña la página mencionada.
Siguiendo este relato, la testigo recordó que Mércuri trabajaba en el Banco Nacional de Desarrollo que estaba en la calle Necochea y España. Además, afirmó que Leonor militaba en el Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT) e integraba el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
“La noche del 9 septiembre, salimos a las nueve de la noche, íbamos caminando por la Alameda para la parada (…) ese día me dijo que estaba preocupada porque le pareció que la estaban siguiendo los servicios de inteligencia y yo le ofrecí mi casa para ir a dormir, pero no quiso ponerme en peligro”, expresó Mazzolo en la declaración.
Al día siguiente, un sábado, Leonor no fue a las actividades sociales que realizaban en la parroquia y la ausencia de la joven hizo que sus amigas iniciaran la búsqueda. Mazzolo contó que fue a su domicilio, pero nadie atendió. Relató que se asomó a la ventana de la habitación de Mércuri y todo se veía ordenado. Entonces se les ocurrió hablar con el cura Jorge Contreras, que había sido profesor de la carrera, y el sacerdote les aconsejó avisar inmediatamente a la familia, debido a que eran quienes podían iniciar trámites de averiguación.
“Macuca” Llorens era el referente de las diversas actividades sociales que se realizaban en el barrio San Martín. Con la desaparición de María Leonor Mércuri, el sacerdote les aconsejó a las compañeras no asistir más para no poner en riesgo sus vidas.
Sin embargo, Mazzolo, Muñoz y Negrette continuaron reuniéndose con Llorens en la parroquia de los jesuitas para saber si averiguaba algo acerca de Leonor. “Sabía que una parte de la iglesia había apoyado el golpe y que a través de la iglesia podíamos saber de ella”, explicó la testigo.
"Mazzolo expresó entre lágrimas que una de esas veces en las que se encontraron con Llorens, el cura les dijo que dejaran de buscar a Leonor porque la habían puesto a ella y a otras personas en un tacho de doscientos litros con cemento para arrojarla luego al dique de El Carrizal. No contó Llorens cómo se enteró del destino de Mércuri y ellas no preguntaron", señala la crónica del juicio.
“Sí sabíamos que había otros sacerdotes que iban al D2, donde estaban los detenidos, y llamaban a que delataran compañeros para que los dejaran de torturar”, agregó.