
Los silbidos se iniciaron cuando se anunció la presencia de la mandataria y de Blatter en la tribuna de honor del estadio, y aumentaron cuando el presidente de la FIFA agradeció a Rousseff por la organización del torneo, que se jugará hasta el 30 de junio y que comenzó con el primer partido entre el local Brasil contra Japón.
Bajo estruendosos gritos de desaprobación, incrementados por los incidentes de ayer con heridos, Blatter declaró que la FIFA y los aficionados "están todos unidos para una fiesta del fútbol en el país pentacampeón" y expresó su "placer" por darle la "bienvenida" al estadio a "las autoridades brasileñas y a la presidenta Dilma Rousseff".
El abucheo no cesaba y el presidente de la FIFA increpó al público en portugués: "Amigos brasileños, ¿dónde está el respeto al fair play? ¡Por favor!", tras lo cual pasó la palabra a Rousseff, quien no disimulaba su malestar.
Visiblemente molesta por las manifestaciones de hostilidad del público, Rousseff puso entonces un fin brusco a la ceremonia pronunciando la frase protocolaria: "Declaro abierta la Copa Confederaciones Brasil 2013", dijo la mandataria, quien buscará el año que viene la reelección en los comicios presidenciales que se celebrarán después del Mundial de Brasil 2014.
Tras esas breves palabras, los himnos de ambos países acallaron las protestas, con ambos equipos ya en campo.
Fuente: La Nación con información de las agencias DPA y EFE.