Los diputados nacionales Oscar Zago (MID) y Lisandro Almirón (La Libertad Avanza) se empujaron y pegaron durante el final de la sesión de la Cámara de Diputados en la que la Libertad Avanza dejó sin quórum la sesión a Unión por la Patria en la Cámara baja. El oficialismo y socios anularon las posibles investigaciones por el escándalo cripto.
. "Lo que pasó hoy no lo vi nunca", aseguró el presidente de la Cámara baja, Martín Menem.
El legislador del MID quería votar la ratificación de Marcela Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político, como pretendía el peronismo. Los libertarios lograron sacarlo de su banca entre provocaciones y agravios y se desató la trifulca. Rocío Bonacci, sentada junto a la periodista e increpada por Celeste Ponce y Lilia Lemoine, le arrojó un vaso de agua a la cosplayer.
Los diputados del MID se habían quedado en el recinto porque la siguiente moción del temario iba a ser el emplazamiento de la comisión de Juicio Político para ratificar a las autoridades que habían sido elegidas en 2024, con Pagano a la cabeza.
La foto del recinto semivacío después de las 18 abrió la oportunidad para que Martínez insistiera con su jugada para normalizar la comisión de Juicio Político, una acción que hubiera significado un duro golpe contra el Presidente y su hermana.
Los kirchneristas contabilizaban 131 legisladores dentro del hemiciclo pero Lemoine y Ponce increpaban a Bonacci y Pagano para que se levantaran de sus bancas, al tiempo que Almirón, hombre de Karina en Corrientes, se trenzaba con Zago para impedir que se sentara en la suya. "Te voy a cagar a trompadas", le habría dicho el del MID entre empujones y manotazos.
En medio del bochorno general, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, debía decidir si proceder a la votación del emplazamiento de comisiones que había solicitado Unión por la Patria, pedido que estaba totalmente en regla dado que había quórum.
Pero el riojano pidió un cuarto intermedio para hacer tiempo, ya que sabía que si autorizaba la votación, la oposición la iba a ganar dado que La Libertad Avanza, el PRO y la UCR habían vaciado el recinto minutos antes.
Menem paralizado
"Tenés que poner orden, es tu bloque, son diputados de tu bloque. Corresponde que continuemos le dijo Máximo Kirchner a Menem.
“Yo no puedo hacer nada”, respondió el presidente de la Cámara baja.
“Entonces no podés ser presidente”, replicó Kirchner.
Menem esperó y muy astutamente capitalizó la ansiedad de un puñado de diputados opositores que se levantaron de sus bancas para reclamarle que de una vez por todas autorice la votación de la moción.
En ese momento crucial, aprovechó que la oposición había descuidado por unos segundos el quórum (que había pasado de 130 a 128) y de manera arbitraria dio por finalizada la sesión.
Esa decisión intempestiva desencadenó la furia de los diputados de Unión por la Patria, la izquierda y otros bloques de la oposición, quienes se levantaron al unísono de sus escaños para correr como manada de presa hacia al estrado con dirección a Menem para saltarle a la yugular.
Atinó a soltar un par de palabras al aire que nadie escuchó, pero al ver que se le venía la horda encima, y para evitar que el bochorno siguiera escalando, huyó del recinto.
La trifulca, de todos modos, continuó con otros protagonistas: diputados de La Libertad Avanza y del PRO se acercaron al estrado para discutir con los opositores, que no estaban de ánimos para hablar con diplomacia.
En medio del tumulto, el diputado Eduardo Toniolli se le fue encima al presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, con quien quedó de frente y estuvieron a nada de otro combate cuerpo a cuerpo.
“No me toqués”, le advirtió con dedo levantando el titular del PRO bonaerense al dirigente santafesino del Movimiento Evita.
Tuvo que intervenir con criterio Máximo Kirchner (quien había recuperado la templanza) para apaciguar los ánimos de Toniolli y de otros diputados de Unión por la Patria que estaban enardecidos en plena refriega verbal.
Lemoine ligó un vaso de agua volador
Otra escena de máxima tensión, absolutamente atípica, se vivió a escasos metros, cuando la diputada Rocío Bonacci le revoleó un vaso de agua a su par ultramileísta Lilia Lemoine, con quien mantiene un viejo enfrentamiento pese a pertenecer a la misma bancada.
La situación fue registrada con la cámara de su teléfono celular por la libertaria María Celeste Ponce.
“Marcela Pagano y Bonacci dando quórum al kirchnerismo. Nos tiraron agua por pedirles que se levanten, esto es imperdonable”, escribió en X la cordobesa, acompañando el video.
La respuesta de Pagano no tardó en llegar: “Imperdonable es la corrupción que manejas robándole dinero a tus asesores empleados. Y lo que falta del video fue la agresion que vos y Lemoine propinaron a Rocio y a mí por estar sentadas defendiendo la institucionalidad. Son violentas, son agresivas. No representan a @JMilei ! Impidieron el funcionamiento de un poder del Estado, delincuente!!”