Gases, palos e hidrantes

Bulrrich reprimió a los jubilados y desató una batalla campal: decenas de detenidos y heridos con lesiones en la cabeza

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Una de las postales de la represión contra jubilados que dejó la manifestación en CABA. Foto: X

Patricia Bullrich mandó a reprimir con la Policía y la Gendarmería la marcha al Congreso de los jubilados junto a las hinchadas de fútbol. Hubo patrulleros y contenedores prendidos fuego, corridas, palos y gases contra los manifestantes

Pasadas las 16, se activó el protocolo antipiquetes  la Policía tiro con balas de goma, gas lacrimógeno y camiones hidrantes.

Las fuerzas detuvieron a 98 personas en la zona del Congreso y que al menos nueve manifestantes están heridos "con lesiones en el cráneo producto del impacto de una cápsula de gas lacrimógena" y otros 11 con heridas de menor gravedad.

Al poco tiempo, en diálogo con LN+, la misma ministra de Seguridad confirmó que son alrededor de 150 los detenidos durante toda la jornada.

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales denunciaron que registraron "más de 60 detenciones arbitrarias". "Hay un nene y una nena alcanzados por gases. Hay un fotógrafo que está siendo operado en este momento con fractura de cráneo. Hay una señora jubilada, Beatriz, de 87 años, con traumatismo", subrayaron en su cuenta de X.

Un fotógrafo baleado en la cabeza

Un fotógrafo pelea por su vida en el hospital con una herida brutal en la cabeza provocada por un proyectil que lo impactó mientras realizaba la cobertura de la represión contra la manifestación de los jubilados, apoyada por hinchas de numerosos equipos de fútbol, quienes se sumaron a la protesta cansados de ver a la policía pegarles a los viejos cada vez que se convocan.

El operativo fue muy violento. Hay un fotógrafo que está siendo operado en este momento con fractura de cráneo", denunció el Centro de Estudios Legales y Sociales.

"Hay un nene y una nena alcanzados por gases. Hay un fotógrafo que está siendo operado en este momento con fractura de cráneo. Hay una señora jubilada, Beatriz, de 87 años, con traumatismo", añadió.

Para desalojar la plaza y controlar las inmediaciones del Congreso, gendarmes y efectivos policiales emplearon gas pimienta y balas de goma, avanzando con tanques hidrantes contra los manifestantes. Entre ellos, muchos eran ancianos que reclamaban un aumento en sus jubilaciones, quienes también fueron golpeados y empujados.

Las fuerzas de seguridad arropadas al estilo de Robocop no midieron consecuencias en la descarga de balas de goma, gases lacrimógenos y revoleos de palos contra los manifestantes. Tampoco escondieron, ni siquiera disimularon, su odio contra la ideología política que le adjudicaban, en pose desafiante y armados hasta los dientes, a los reprimidos, desposeídos de cualquier elemento para defenderse.

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