Por 19 votos a favor y 15 en contra el Senado convirtió en ley el proyecto de Alfredo Cornejo que elimina el EPAS y le traspasa a Irrigación todo el control del agua de Mendoza. Sergio Marinelli, titular de Irrigación y pieza clave en la expansión del fracking, será quien decida los destinos y usos.
El EPAS es uno de los entes de control bajo dominio del cornejismo, como el EPRE, el EMOP y la oficina de Ética Pública. Tras su eliminación, Marinelli -único superintendente reelecto en el cargo sin permitir la alternancia de partidos políticos- manejará el uso y destino del agua sin control de entes intermedios.
La disolución del EPAS anticipa una suba de tarifas, y en ese sentido Marinelli ya se ha pronunciado por cobrar según cantidad de consumo.
El proyecto se enmarca en medio de un fuerte embate prominero del oficialismo, donde el soporte legal para el avance de la megaminería metalífera ha sido una de las claves en las que se apoyó Cornejo. El Código de Procedimiento Minero y el Código de Aguas son los pilares de esta avanzada.
Este martes, además, el Senado le dio otra victoria al oficialismo con la sanción definitiva a la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del paquete de 34 proyectos mineros de cobre en Malargüe.