Señalado por Lourdes Arrieta

El organizador de las visitas a genocidas se formó en el Verbo Encarnado y tuvo un rol clave en la fuga de su padre, el represor Jorge Olivera

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El sacerdote Javier Olivera Ravasi -cercano a Victoria Villarruel y uno de los organizadores de la visita de diputados libertarios a genocida en Ezeiza- se formó en el Verbo Encarnado, una de las facciones más rancias y ortodoxas de la iglesia en San Rafael.

Desde allí jugó un rol de apoyo activo en la cinematográfica fuga de su padre, el represor Jorge Olivera, y Gustavo De Marchi, del Hospital Militar en Buenos Aires en 2013. Ambos fueron recapturados.

Olivera y De Marchi ingresaron al Hospital Militar Central en julio de 2013 para hacerse un chequeo dermatológico y por una consulta psiquiátrica. Tres horas después se esfumaron a pocos metros de sus guardias del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que los esperaban fuera de los consultorios.

Olivera Ravasi fue mencionado en la extensa entrevista que brindó Lourdes Arrieta a C5N en la que reveló el carácter oficial de la visita a los represores, precisamente como uno de los articuladores entre el Gobierno, el Servicio Penitenciario y los genocidas. 

Además, la mendocina lo involucró en una denuncia penal que realizó contra directivos del Servicio Penitenciario Federal, que depende de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

Se desprende de la denuncia que Olivera Ravasi escribió en uno de los grupos Whatsapp que creó para organizar las visitas a genocidas en pos de lograr su libertad: “El Dip Beltrán Benedit habló con Patricia Bullrich para que quienes deseen sumarse, al día siguiente de nuestra reunión a visitar los presos políticos que están detenidos en Campo de Mayo/Ezeiza/Marcos Paz se les facilite el ingreso sin inconvenientes. Ya está hablado. Quienes quieran ir, por favor coordinar por privado con Beltrán”.

Arrieta reveló que la visita a genocidas en Ezeiza fue oficial, avalada por Menem y el bloque de libertarios

En 2013 la agrupación H.I.J.O.S. hizo una pegatina en el obispado de San Rafael por la complicidad del Verbo Encarnado con los genocidas prófugos. La organización religiosa incluso fue señalada como financista de la fuga. 

H.I.J.O.S. empapeló la ciudad con los carteles que hizo públicos el Ministerio de Justicia de la Nación, en los que se ofrecía en ese momento 2 millones de pesos de recompensa por datos de los fugados.

El cura Olivera Ravasi -quien ahora reside en Buenos Aires y organiza visitas a los genocidas- incluso realizó gestiones desde San Rafael para destrabar los fondos de las cuentas de su padre, inmovilizados por la Justicia tanto para él como para sus familiares, con la idea de evitar que financiaran sus movimientos en la clandestinidad.

El cura del Verbo Encarnado e hijo del represor Jorge Olivera gestiona para destrabar las cuentas que la justicia congeló

El cura reivindica la libertad de los genocidas y califica como "excesos" los crímenes cometidos durante la dictadura. Coincide con Lourdes Arrieta en su prédica de "memoria completa" y adhiere al relato de "los dos demonios" que pretende equiparar al terrorismo de Estado con la resistencia de los militantes que fueron aplastados por el aparato represivo.

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