Al final, Joseph R. Biden Jr. será el 46° presidente de Estados Unidos. Este sábado se terminó de definir el escrutinio, al menos así lo informaron los medios que hacen proyecciones sobre el conteo de votos. Donald Trump fracasó en el intento por la reelección. El último presidente de Estados Unidos que no logró reelegirse fue George Bush padre, en 1993.
La victoria en varios de los denominados estados pendulares sentenció la contienda a favor del ex vice de Barack Obama. Kamala Harris es la primera mujer que llega a la vicepresidencia de Estados Unidos.
Con los votos contados hasta el sábado en la mañana, Biden lograba más de 270 congresales, que es el número necesario para ganar la convención electoral que designa al mandatario de la potencia mundial.
Trump se adelantó a denunciar fraude, a la vez que amenazó con judicializar el escrutinio. El presidente caído en desgracia en la arena electoral pretende invalidar los votos emitidos por correo, entre los que salió desfavorecido.
Michigan y Wisconsin quedaron en manos de Biden antes que Georgia y Pensilvania, que tienen 16 y 20 votos en el colegio electoral. El demócrata ganó Pensilvania, según el recuento provisional informado este viernes.
Biden siguió las alternativas decisivas del escrutinio desde su casa en Wilmington, Delaware. Trump se quedó en la Casa Blanca.
El escrutinio se tornó interminable después de la jornada electoral del martes. Una de las razones es la modalidad para el conteo de los votos en algunos estados. Por ejemplo: en Pensilvania, los funcionarios no pudieron comenzar a procesar las papeletas de votación por correo hasta el día de las elecciones según la ley estatal. En Nevada, hubo una serie de votos provisionales emitidos por votantes que se registraron el día de las elecciones, y los funcionarios tuvieron que verificar su elegibilidad.
A medida que se acercó la definición, Trump bajó los decibeles. El día antes había denunciado un fraude. La agencia estadounidense Associated Press consideró que dado que su camino hacia la reelección parecía muy estrecho, Trump estaba probando hasta dónde podía llegar usando las trampas del poder presidencial para socavar la confianza en la votación.
El jueves dijo el presidente en el podio de la sala de reuniones de la Casa Blanca: "Este es un caso en el que están tratando de robar una elección, están tratando de manipular una elección".
