Antes de que el gobernador Francisco Pérez pudiese reunir a los intendentes peronistas para discutir la estrategia electoral del oficialismo en la provincia, incluida la posibilidad de desdoblamiento de los comicios, las señales a favor de la unificación del calendario de elecciones acotaron el margen para la autodeterminación de los dirigentes locales.
En línea con la estrategia que teje la Casa Rosada para las elecciones legislativas, el intendente de Las Heras, Rubén Miranda, se manifestó rotundamente en contra del desdoblamiento. La misma línea que antes defendió el intendente de San Martín, Jorge Giménez. El primero es de la Corriente Peronista y el segundo del Sector Azul, uno de cada línea de las dos que gobiernan las decisiones del partido de gobierno.
El vicegobernador Carlos Ciurca, socio de Miranda en la Corriente, alentó la discusión interna del desdoblamiento, aunque desde entonces abundaron las señales en contra de esa opción, desde el riñón del PJ mendocino como desde el Gobierno Nacional. Pérez dijo el miércoles que el calendario electoral era parte de los que plantearía en la reunión con los intendentes del partido que se hará en los primeros días de febrero.
El apoderado del PJ nacional, Jorge Landau, diputado nacional, fortaleció la corriente unificadora que impulsa la Casa Rosada para enfrentar a la oposición en una sola fecha en la mayor cantidad de provincias posibles. Landau destruyó una excusa administrativa que estudiaban utilizar algunos mandatarios para separar sus comicios: "Es falso sostener que el voto joven complica el plan del Gobierno de unificar las elecciones", dijo.
"En el supuesto de que las legislaturas locales no hubieran aún adecuado la norma provincial para que puedan votar los menores de dieciocho años, el gobernador se encuentra facultado para utilizar en las elecciones locales el padrón nacional, convocando a la elección provincial para la misma fecha de las nacionales", agregó.
Todos los planes del kirchnerismo tienen como objetivo de máxima un resultado electoral que lo acerque al control de los dos tercios de la Cámara de Diputados, un arma determinante para instalar la re reelección. Si eso no es posible, al oficialismo le alcanza con no perder para mantener su fuerza legislativa.