Juicio histórico en Mendoza

El jurado halló culpable de dos casos de gatillo fácil al expolicía que ejecutó por la espalda a un joven en La Favorita

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José Alexis Méndez Castro, el policía que mató a Ricardo Bazán.

El jurado halló culpable al expolicía Alexis Méndez Castro por doble gatillo fácil  en el primer juicio por jurados para este tipo de violencia institucional que se hizo en Mendoza. El juez, en tanto, le impuso una pena de prisión perpetua.

En el primero de los casos la víctima fue Cristian Orellana, un hombre con quien el uniformado mantuvo una discusión en la calle, y tras eso éste le disparó por la espalda, dándole en la rodilla. Ocurrió en La Consulta en 2018.

En el otro, la víctima fue Ricardo Bazán, a quien el expolicía persiguió por dos cuadras después de una requisa, tirándole con su arma reglamentaria entre cinco y seis disparos, uno de los cuales lo hirió de muerte.

El jurado siguió la recomendación de la Fiscalía en ambos casos y de la querella que representó a la familia de Bazán, que pidieron la máxima severidad por los delitos de abuso de armas en ataque a Orellana, y por homicidio doblemente agravado en el crimen de Bazán.

Ambas partes alegaron, además, que el caso de Méndez Castro representa a los "malos policías" y pusieron el foco en salvaguardar el accionar del resto de la Policía de Mendoza, pese a sus bastos antecedentes en materia de violencia institucional.

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Quién era la víctima

Ricardo Bazán -recolector de la Municipalidad de Capital, albañil y padre de tres hijos yen ese momento uno en camino- circulaba en el barrio La Favorita con su novia y  un amigo en una camioneta cuando fueron detenidos por un móvil policial. Los hicieron bajar del vehículo y los requisaron, también a la camioneta. La policía no encontró armas ni otros elementos que pudieran involucrarlos en un ilícito.

Sin embargo, Bazán, quien no llevaba documentos, salió corriendo. Méndez Castro fue tras él y lo persiguió 200 metros. En ese trayecto el agente disparó entre cinco y seis veces y uno de los tiros mató a Bazán. El policía regresó a la escena de la requisa y no le dijo a sus compañeros lo ocurrido. Poco después plantó en la escena un arma tumbera con la que buscó incriminar a la víctima. 

Unos 20 días antes de este hecho, la Inspección de Seguridad había pedido la cesantía de Méndez Castro por el episodio de abuso de armas que había protagonizado en San Carlos.

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