El Mercosur firmó en Bruselas un Acuerdo de Asociación Estratégica con la Unión Europea después de una negociación de más de dos décadas.
El entendimiento implica la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del Producto Bruto Interno (PBI) mundial y con más de 100.000 millones de dólares de comercio bilateral de bienes y servicios, informó el gobierno argentino.
Entre los puntos más duros de la negociación está la restricción exigida por Europa para los cupos de importación de productos del Mercosur, tanto de origen vegetal como animal, con el aditamento de mantener la prohibición absoluta para los transgénicos.
El sector agropecuario sería uno de los beneficiados por el acuerdo, mientras que en el sector de las pymes, referenciado en gran parte por la CAME, buscaron mostrar un optimismo, aunque con algunas observaciones.
"En cuanto a la objeción de algunos sectores por la falta de competitividad frente a la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea (UE), que genera subsidios a toda la actividad productiva, desde CAME se espera primero el análisis de la 'letra chica' y remarcó que la apertura será gradual para los sectores sensibles", señala un comunicado de la entidad.
“Habrá que trabajar durante el tiempo de implementación para ver de qué modo se atiende esta asimetría con disminución o quita de retenciones”, señaló el presidente de CAME, Gerardo Díaz Beltrán.