Arturo Puricelli consideró "llamativo que terminamos con el tema de la Fragata Libertad", retenida ilegalmente en Ghana durante 77 días por la denuncia de un fondo buitre, y ahora "sucede esto cuando la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) acaba de culminar una gira muy exitosa por Asia".
El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, sostuvo que en la situación del buque Santísima Trinidad, que se halla amarrado y semihundido en el muelle de Puerto Belgrano, "no se descarta que haya habido una gran impericia o indolencia por parte de la guardia que tenía la custodia" del navío de la Armada.
El ministro consideró "llamativo que terminamos con el tema de la Fragata Libertad", retenida ilegalmente en Ghana durante 77 días por la denuncia de un fondo buitre, y ahora "sucede esto cuando la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) acaba de culminar una gira muy exitosa por Asia".
Al mismo tiempo, el funcionario confirmó que dio instrucciones al jefe de la Armada, almirante Daniel Martín, para que confeccione un sumario interno "porque tiene que haber responsables que no cumplieron con su cuidado mínimo" sobre el buque.
En diálogo con Télam, Puricelli indicó que primero deberán "determinarse las circunstancias que llevaron al hundimiento del navío. Personalmente, tengo grandes dudas, porque se trata de un buque que generacionalmente no es tan viejo, que es de la década del setenta, y hay otros buques como el Sarmiento que tienen más de cien años y no se han hundido por estar amarrados".
"El Santísima Trinidad tenía una guardia mínima para evitar circunstancias como las que se viven hoy. Me llama la atención que se haya hundido estando amarrado. En pocas horas el buque se hundió y quedó escorado rápidamente, por lo que la avería tendría que haber sido muy grande, o que alguien haya abierto una válvula para lograr su hundimiento", agregó.
"Lo que hubo -añadió-, es negligencia en su custodia en el mejor de los casos, o un atentado para que la cadena del desánimo pueda decir algo del Gobierno, cuando el Estado no tuvo ninguna culpa, porque es un buque radiado de servicio que tampoco es objeto de ninguna previsión presupuestaria, y el personal que lo custodia tendría que haber detectado cualquier irregularidad a tiempo".
En otro sentido, Puricelli descartó que la causa del desplome de la nave esté vinculada a que "se haya `canibalizado` para sostener al (buque gemelo) Hércules, que se encuentra en navegación. No significa que por ese motivo el Santísima Trinidad se haya hundido, porque como mucho se le quitan partes que aligera su peso, y no elementos que lo pongan en riesgo".
"Voy a extremar las medidas para que nuestra Armada de una explicación lo suficientemente sólida para que el pueblo argentino se quede tranquilo, y sepa que a nosotros no se nos hunden los buques porque sí", concluyó el ministro de Defensa, quien se encuentra a la espera de los peritajes finales que ya ha solicitado a la Armada para "llegar a la verdad".