El nuevo Gobierno griego presidido por Alexis Tsipras confía en llegar a un acuerdo político con sus socios europeos en los próximos dos meses sobre la cuestión de la deuda. El viceprimer ministro de Grecia, Yannis Dragasakis, declaró este lunes a una cadena de televisión que el Ejecutivo heleno espera que el acuerdo haga innecesaria una nueva prórroga del programa de rescate.
Al mismo tiempo, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, lanzó un mensaje tranquilizador a la Unión Europea al asegurar en el diario Le Monde que Grecia no actuará unilateralmente, sino que colaborará con sus socios. Varoufakis justificó el parón en el proceso de privatización de varias empresas —"No es bueno vender las joyas de la familia por una nimiedad", dijo—, pero trató de calmar a los inversores.
El ministro de Finanzas insiste en su voluntad de modificar el programa de rescate de Grecia porque se basaba en "una lógica errónea". "Los dos principales errores de los gobiernos griegos desde hace decenas de años son el recurso constante al endeudamiento sin pensar en el futuro y la ausencia de reformas. Eso lo vamos a parar", señaló Varoufakis.
Según Dragasakis, este acuerdo "político" entre Grecia y su socios europeos haría innecesaria la solicitud técnica de una ampliación del programa de rescate y autorizaría al Banco Central Europeo a cubrir la falta de liquidez de los bancos.
El viceprimer ministro felicitó las declaraciones del titular de Finanzas francés, Michel Sapin, quien, tras una reunión el domingo con Varoufakis ayer en París, destacó que "Grecia necesita un nuevo contrato con sus socios". El ministro francés de Finanzas añadió que en el contexto de este nuevo contrato "Grecia expresará su voluntad de hacer reformas y el modo de aplicarlas" y que lo mínimo que los socios europeos pueden hacer es "dar al Gobierno griego un respiro".
La postura del Gobierno griego recibió, asimismo, el respaldo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El presidente estadounidense dijo que los primero que tiene que hacer Grecia es crecer para poder pagar sus deudas.
Desmantelar la Troika
Pero todas estas intenciones chocan de plano contra el muro alemán. El Gobierno de Angela Merkel no ve por ahora motivos para desviarse de los mecanismos establecidos para el control de los préstamos otorgados a Grecia, a pesar del rechazo de Atenas a la troika formada el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En rueda de prensa en Berlín, la viceportavoz de la Cancillería, Cristhiane Wirtz, se refirió a una información que publica hoy el diario económico alemán Handelsblatt según el cual el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, estaría dispuesto a disolver la Troika, no reconocida como legítima por Grecia, y a buscar una "alternativa" para Grecia.
La noticia de la desmantelación de la Troika no ha sido confirmada por nadie. La Comisión Europea rehusó hoy especular sobre ello a la espera de la reunión el miércoles entre Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras. "La CE permanece en contacto estrecho con el Gobierno griego. El primer ministro Tsipras llamó el sábado por teléfono al presidente Juncker y le esperamos aquí el miércoles a las 9.30 horas", señaló el portavoz comunitario Margaritis Schinas, en la rueda de prensa diaria de la institución.
El portavoz recalcó que se han dicho muchas cosas durante el fin de semana al respecto, también los medios de comunicación, en referencia a unos artículos del diario alemán Handelsblatt y de El País que afirman que Juncker planea disolver la troika, formada por la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), no reconocida como legítima por Tsipras.