La nueva ley reduce del 30% al 15% los impuestos sobre las ganancias de los inversores extranjeros y ofrece mayor protección legal.
El Parlamento de Cuba aprobó una nueva Ley de Inversión Extranjera con el objetivo de atraer capital tras 52 años de un asedio comercial por parte de Washington que ni los propios ciudadanos estadounidenses apoyan.
La nueva ley reduce del 30% al 15% los impuestos sobre las ganancias de los inversores extranjeros y ofrece mayor protección legal. Para la mayoría de ellos se establecerá también una moratoria tributaria para un período ocho años. De esta manera Cuba busca eludir el enorme efecto negativo del bloqueo por parte de EE.UU., un cerco que de cesar dispararía el desarrollo de la economía isleña, creen los expertos.
"El sector de negocios está muy disminuido por las trabas, las presiones y las prohibiciones de comercio con Cuba, pero es cierto también que después de la crisis económica, parece que algunos países se han dado cuenta de que es una cosa totalmente ilógica, falta de sentido no comerciar con un país que tiene ciertas potencialidades", opina el periodista Pedro Hernández Soto. "El bloqueo es obsoleto, es un recurso de la guerra fría, nadie gana con el bloqueo a Cuba, absolutamente nadie", agrega.
Y para no perder sino ganar, muchos ya se preparan para un eventual cese del bloqueo. El ejemplo es el gran proyecto empresarial de Marina en el balneario cubano de Varadero, una instalación proyectada para atender el flujo de turistas y yates una vez se derrumbe el muro entre La Habana y Washington.
Y Cuba está lista para ofrecer a EE.UU. también su sabor más auténtico. "Havanista es el mismo ron de 7 años que se vende, la única diferencia es la etiqueta, es una nueva marca que pertenece a Havana Club. Es el mismo ron con el mismo sabor, el mismo aroma, la misma producción... El propósito de lanzar Havanista fue destinarlo al mercado de EE.UU, porque por el embargo no podemos vender Havana Club allá, entonces una vez que se elimine ese embargo, se podrá vender Havanista", explica Grethel Perdomo, jefa del departamento comercial del Museo del ron.
Así, el más emblemático de los rones cubanos, aunque con el nombre cambiado, está listo para conquistar el mercado estadounidense, que consume el 40% de la producción de estas bebidas y en el que los directivos de la empresa ronera consideran que, solamente a corto plazo, podrían vender un millón de cajas.
Los expertos coinciden en que las relaciones comerciales reactivadas y nuevos flujos de dinero sanearían la economía isleña. Algo que las autoridades cubanas también pretenden lograr con la introducción de la actualizada Ley de Inversión Extranjera que proporciona muchas bonificaciones a los inversores foráneos.
"La nueva Ley de Inversión Extranjera va a romper prácticamente con la situación del bloqueo fuera de los EE.UU. La prensa ya ha publicado visitas de delegaciones belgas, de empresarios franceses, ahora viene una delegación importante de empresarios brasileños", insiste Pedro Hernández Soto.
Por supuesto, la idea de negociar con Cuba es tan atractiva que, pese a todas las dificultades, ni siquiera en Norteamérica pudieron ignorarla.
Los beneficios que traería el fin del bloqueo económico para ambas naciones son indiscutibles. Según cifras de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, se estima que las pérdidas para el país norteamericano en el comercio con Cuba alcanzan hasta los 1.200 millones de dólares anuales, un importante mercado por desarrollar.
Fuente: RT
Para Gary Silversmith, presidente de Inversiones P&L, Cuba representa una enorme oportunidad comercial. Resalta que el mayor motor económico es la industria del turismo, en la que los estadounidenses no tienen virtualmente ninguna participación. Los proveedores de la industria vacacional están ansiosos por entrar en el mercado y esperan que los cambios en la legislación cubana también proporcionen mejores condiciones para la inversión extranjera.
"Creo que es un momento emocionante para comerciar e invertir en Cuba, ya que considero que estamos muy cerca de desarrollar nuevamente una cultura vibrante y un intercambio económico entre ambos países que ha existido históricamente y que no hay razón para que no siga existiendo hoy", afirma el empresario.
No son solo empresarios, sino también ciudadanos estadounidenses los que apoyan la medida. Un estudio del Consejo Atlántico plantea que un 56% de la población estadounidense está de acuerdo con la normalización de las relaciones con la nación caribeña y más del 60% de los norteamericanos apoya que aumenten las empresas que hacen negocios con Cuba. Muchos factores parecen indicar que los días del embargo están contados.