Rodolfo Suarez busca esquivar el conflicto con los anestesistas y las esquirlas del escándalo por el subsidio al pastor Bonarrico con un nuevo intento de instalar en la agenda pública la reforma de la Constitución. Para eso usó los medios masivos para difundir una encuesta según la cual una buena parte de los mendocinos está de acuerdo con eliminar y reemplazar artículos de la Carta Magna.
"Achicar el costo de la política" es el caballo de Troya con que el oficialismo pretende hacer pasar la reforma, que n realidad está pedida, entre otros, por los lobbistas mineros que quieren darle autonomía a los municipios para actividades extractivas con sustancias contaminantes prohibidas por la Ley 7722.
Suarez busca el apoyo del Consejo Económico para la reforma pedida por el lobby minero
Para que sea votada la reforma, Suarez necesita dos tercios de los votos, pero el PJ, y en su momento otras fuerzas como la izquierda, se opone a los cambios propuestos en la Constitución. La carta de dominio absoluto de la Casa de las Leyes no le sirve al oficialismo en este caso, pero volver a la palestra pública con el tema le sirve para exponer a los opositores ante la opinión pública.
En ese tren, el gobernador -que se fue de Mendoza apenas estalló el escándalo por el subsidio a Bonarrico- buscó ganar la agenda a través de sus operadores mediáticos difundiendo datos de una encuesta de Marta Reale.
Asegura la consultora filo-oficialista que el 80,5% de los mendocinos apoya la eliminación de una de las cámaras, mientras que algo más de 70% estaría de acuerdo con eliminar elecciones de medio término. No son datos nuevos, pero con el refrito el mandatario busca una bocanada de aire fresco.
Estos números, con profusa difusión en los medios en la mañana de este miércoles, compitieron en agenda con una conferencia del PJ, que anunció que pedirá juicio político contra el ministro Víctor Ibáñez si no acude a la Legislatura a explicar porqué el Gobierno decidió premiar la lealtad política de Bonarrico con 18 millones de las arcas públicas.
En paralelo, los delegados de AMPROS se reunieron en la sede gremial por la "crisis médica sin precedentes" que atraviesa Mendoza con la renuncia de anestesistas y las más de 6 mil cirugías demoradas.