Este jueves viene a Mendoza César González, más conocido por su pseudónico, Camilo Blajaquis, para presentar su película Diagnóstico Esperanza, una ficción en la que se plantea una especie de ensayo sobre lo micro del capitalismo y cómo el consumismo ataca con locura a todas las clases sociales. A su vez es también un relato sobre la soledad en la que crecen los chicos de las villas.
“Desde el cine hasta los videojuegos, se propone un modelo de pistolero que cae preso para siempre o se muere épicamente. Yo busqué una estética propia por otro lado”, dijo este joven director sobre la película, que podrá verse en el Cine Universidad el 17 desde las 19 (las entradas estarán disponibles desde este martes en la boletería, en Lavalle 77, de Ciudad).
Blajaquis es un joven realizador que, tras pasar varios años encerrado en un penal, decidió convertirse en poeta. Con 24 años, tiene una amplia carrera en el mundo de las letras y la cultura. Editó dos libros, dirige una revista, condujo un programa en Canal Encuentro y estudia Letras en la UBA.
Eligió su seudónimo en honor a Camilo Cienfuegos, uno de los artífices de la revolución cubana, y a Domingo Blajaquis, el militante de la resistencia peronista muerto en el tiroteo en Avellaneda que leyó en la investigación de Rodolfo Walsh.
La presentación de Blajaquis está auspiciada por el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos y la Secretaría de Extensión de la UNCuyo.
El film relata la vida cotidiana de un grupo de personas de barrios vulnerables del Gran Buenos Aires y su lucha por sobrevivir a diario en un marco de carencias individuales y abandono social. "Toda la película está hecha con manos villeras", señala el cineasta, quien también actúa en la obra.
Trabaja en la Secretaría de Cultura de Morón, donde organiza talleres literarios en el Barrio Carlos Gardel, donde actualmente vive, y en otros barrios del municipio.