En Mendoza unos 4 de cada 10 trabajadores se desempeñan en la informalidad, es decir, en negro y sin protección de las leyes según un estudio de la UBA y el Conicet en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del segundo semestre.
Por otra parte, Mendoza está entre las 9 provincias más afectadas por la pérdida de empleo privado en blanco en los últimos meses según un informe de la consultora Econviews basado en datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Según el reporte de la UBA y el Conicet, en el país, un 40% de los asalariados vive en un hogar pobre.
De las 6 regiones consideradas en la EPH, sólo 2 registraban tasas de informalidad más bajas que el promedio: Gran Buenos Aires (que incluye Ciudad de Buenos Aires y Partidos de la provincia de Buenos Aires) y la región patagónica. La incidencia en esta región es casi 17 puntos porcentuales más baja que el promedio general.
Por el contrario, las regiones Noroeste, Cuyo y Nordeste son las que exhiben mayor incidencia de este fenómeno, con tasas superiores al 40%.
Este número sube a 6 de cada 10 para los trabajadores asalariados informales. La tasa de informalidad fue del 34,2% entre los hombres y del 38,9% para las mujeres. Los jóvenes son los más afectados por la informalidad. Casi el 64% trabaja en estas condiciones, 28 puntos porcentuales por encima de la tasa global.
Trabajadores pobres
El trabajo consigna que "la asociación entre informalidad y bajos salarios también se refleja en otra dimensión relevante: el fenómeno de trabajador pobre. Esto es, personas que aun teniendo un puesto de trabajo viven en situación de pobreza".
En el segundo trimestre de 2024, 40% de los asalariados vivían en un hogar pobre. Sin embargo, este valor ascendía a 63% entre los informales. O sea, 6 de cada 10 asalariados en condición de informalidad vivía en un hogar pobre. Esta cifra se reduce a 27% entre los asalariados formales.
Informalidad por sector
Las tasas de informalidad difieren significativamente según rama de actividad, indica el informe.
En un extremo se ubican el Sector público (que incluye tanto la administración pública como los servicios de educación y salud públicos) y los Servicios financieros, con una incidencia de la informalidad de 9,1% y 24,1%, respectivamente.
En el otro extremo se ubican el Servicio doméstico (76,3%) y la Construcción (67,3%). Estos valores son particularmente críticos al considerar que son sectores que concentran la mayor proporción de hombres y mujeres de menor nivel educativo, respectivamente. Alrededor de 21,5% de los hombres de hasta secundaria incompleta trabajan en la Construcción, mientras que casi 48% de mujeres de ese nivel educativo lo hacen en casas particulares.
La tasa de informalidad del total de las mujeres asalariadas se reduciría del 39% al 30,4% al excluir del cómputo el Servicio doméstico. Asimismo, la tasa de informalidad de los hombres asalariados pasaría del 34% al 29,5% se si excluye la Construcción.
Sin embargo, es el Comercio quien da cuenta de la mayor proporción del empleo informal total. Ello se debe, por un lado, a que exhibe una incidencia mayor al promedio (47%); por otro, que concentra un porcentaje importante del empleo asalariado total (18%).
