"Rechazamos firmemente todas las medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial, que son contrarias al derecho internacional", precisa el texto de la declaración final de los presidentes participantes en la cumbre Celac-UE en Chile.
La Declaración de Santiago, aprobada este sábado durante el desarrollo de las sesiones de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) plantea, entre sus puntos más importantes, el rechazo a todas las formas de proteccionismo económico.
El documento, que contiene 48 puntos, recibió la unanimidad entre los líderes de los 60 países asistentes al cónclave, que finaliza este domingo. Entre los aspectos más destacados de la declaración se incluye, junto a la lucha contra el proteccionismo, la repulsa a la aplicación de embargos internacionales.
"Rechazamos firmemente todas las medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial, que son contrarias al derecho internacional y las normas comúnmente aceptadas de libre comercio. Estamos de acuerdo que este tipo de prácticas representa una grave amenaza al multilateralismo", precisa el documento.
La referencia al rechazo de "las medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial, que son contrarias al derecho internacional" se puede interpretar como una referencia, entre otros temas, al embargo aplicado desde hace décadas por Estados Unidos sobre Cuba.
Las restricciones, que se remontan a la década de 1960, adquirieron fuerza legal en EE.UU. a través de la Cuban Democracy Act de 1992, que se une a otras disposiciones similares, como la ley Helms-Burton de 1996.
El objetivo de tales normas, que tienden a restringir el comercio internacional con la isla, reside en "promover la transición pacífica a la democracia en Cuba".
Naciones Unidas ha aprobado varias resoluciones que instan a EE.UU. a levantar el embargo, que ha sido denunciado tanto por el régimen cubano como por otros países, entre ellos Canadá y Venezuela, y por el Consejo Europeo.
Fuente: El Mercurio