Por Marisol de Ambrosio
Enviada especial de Télam a Cuba
El papa Francisco llamó hoy a “cuidar a los frágiles de nuestras familias y de nuestra sociedad” durante la homilía de la misa celebrada en la Plaza de la Revolución de la capital cubana, a quienes les recordó que “la importancia de una persona” no se mide por ninguna otra cosa más que por cuanto “sirve a la fragilidad de la persona”.
“La invitación al servicio posee una peculiaridad a la que estar atentos: servir significa en gran parte cuidar la fragilidad, cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo”, aseguró el pontífice en relación a pasaje del evangelio en el cual los discípulos discutían quién de ellos era el más importante.
“Son personas de carne y hueso con su vida, su historia y con su fragilidad las que Jesús nos invita a defender, a cuidar y a servir. Porque ser cristiano implica luchar y vivir para la dignidad de sus hermanos. Por eso es invitado siempre a dejar de lado sus búsquedas y deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles".
Además, el obispo de Roma pidió alejar el "servicio al prójimo" de la ideología y vincularlo a "las personas".
"Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los 'míos', en nombre de lo 'nuestro'", dijo Francisco durante una homilía ante más de 100.000 personas en la Plaza de la Revolución de La Habana.
"Ese servicio siempre deja a los 'tuyos' por fuera, generando una dinámica de exclusión", lamentó el Papa. "Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas", sostuvo el pontífice argentino.
Para su homilía celebrada ante el presidente Raúl Castro, la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner, miles de invitados especiales y de la cúpula del gobierno comunista de la isla más decenas de miles de feligreses y curiosos, Francisco eligió el "servicio al prójimo" en la vida religiosa como tema central.
"Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al 'conocimiento deseado' o a distintos niveles de espiritualidad", dijo el religioso jesuita.
"Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás", agregó. "Hay un 'servicio' que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve", pidió.
"No nos olvidemos de la buena nueva de hoy: la importancia de un pueblo, de una nación", dijo también el papa argentino al cerrar su homilía en el segundo día de su visita a la isla. Francisco había iniciado el sábado su primer viaje a la isla dirigiendo su saludo "a todos los cubanos", mencionando además explícitamente a los emigrados.
La misa que Francisco ofició hoy al aire libre en la Plaza de la Revolución, uno de los lugares emblemáticos del castrismo, era uno de los eventos más esperado de la visita pastoral de cuatro días del Papa a Cuba, que tiene también un fuerte contenido político.